Descubriendo el Parque Nacional de Snæfellsjökull
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En los últimos años, Islandia se ha convertido en un destino muy popular entre viajeros y turistas de todo el mundo. Mucha gente viene a este país nórdico atraída, especialmente, por las asombrosas maravillas naturales que se encuentran aquí.
Hay tanto que ver aquí que es casi imposible cubrirlo todo en un único viaje. Y de todos los lugares increíbles que hay por descubrir en Islandia, lo mejor se encuentra, seguramente, en sus tres parques nacionales.
Hoy nos vamos a centrar en uno de ellos: el Parque Nacional de Snæfellsjökull. Aunque los tres son, cada uno a su manera, espectaculares, este es el único que tiene zonas marinas y terrestres, lo que lo diferencia del resto. Comprende lo mejor de ambos mundos. Un volcán impresionante, verdes praderas, campos de lava, acantilados, cuevas y formaciones rocosas sin igual.
El parque también ofrece la oportunidad de ver dos de los animales más buscados y fotografiados de Islandia: ballenas y frailecillos.
Así que haz las maletas y ven a descubrir el Parque Nacional de Snæfellsjökull, una de las joyas que tiene Islandia.
Información clave
- Islandia tiene tres parques nacionales: El Parque Nacional de Snæfellsjökull, el Parque Nacional de Þingvellir y el Parque Nacional de Vatnajökull.
- El Parque Nacional de Snæfellsjökull es el único de los tres que comprende zonas marinas y terrestres.
- Se tarda entre dos y tres horas en llegar en coche desde Reikiavik.
- El parque recibe su nombre de Snæfellsjökull, un imponente volcán con un glaciar en la parte superior.
¿Por qué merece la pena visitar el Parque Nacional de Snæfellsjökull?
El Parque Nacional de Snæfellsjökull es un lugar en el que se puede observar la belleza sin alterar de la naturaleza en toda su extensión. El rey es el glaciar-volcán que da nombre al parque. Este estratovolcán inactivo tiene una altura de 1.446 metros y puede verse desde cualquier rincón del parque. No es solo una maravilla desde el punto de vista geológico, sino que es un lugar de fama literaria. Aquí estaba la entrada a lo desconocido en Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne.
Sin embargo, este parque es mucho más que un imponente volcán. Es muy diverso, con abruptos campos de lava, acantilados de basalto, playas de arena negra y praderas de un verde intenso.
Pero no solo vas a encontrar maravillas naturales, ya que el Parque Nacional de Snæfellsjökull está cargado de historia y folclore. Esta área ha servido de inspiración para muchos cuentos y leyendas de elfos y trols, de gran arraigo en la cultura islandesa.
También hay muchos lugares históricos que son como asomarse a una ventana al pasado de Islandia. Los antiguos pueblos pesqueros de la zona, como Hellnar o Arnarstapi, en su día importantes ciudades, son hoy en día lugares tranquilos donde contemplar la arquitectura tradicional islandesa. En ellos se puede sentir la forma de vida que tenían los primeros moradores del país. También se pueden hallar restos de antiguas granjas y artilugios vikingos.
Fauna y flora
A pesar de su abrupto terreno, el Parque Nacional de Snæfellsjökull es el hogar de una sorprendente variedad de especies de plantas y animales. El protagonista en los paisajes es el musgo, en diversas variedades, que se han adaptado al suelo volcánico, creando así un hermoso contraste de colores. En primavera y verano, las praderas y colinas se llenan de vida, llenas de coloridas flores.
La fauna es igualmente fascinante. Este parque es un paraíso para los amantes de las aves. Los frailecillos son el animal más buscado, sin duda. Además, en la costa hay muchos lugares en los que se pueden ver focas. Y no hay que olvidar que hay muchos tours de avistamiento de ballenas en la zona.
Qué ver en el Parque Nacional de Snæfellsjökull
Hasta ahora hemos visto por encima alguna de las maravillas que vas a encontrar cuando visites este alucinante parque nacional, pero vamos a adentrarnos en él con más detalle.
Glaciar Snæfellsjökull
Como hemos mencionado antes, el glaciar Snæfellsjökull es, sin lugar a dudas, la joya de la corona. Los visitantes pueden acercarse al glaciar con visitas guiadas que se pueden contratar en el parque. La subida a la cima tiene su dificultad, pero merece la pena. Las vistas desde arriba son absolutamente increíbles. En un día claro se puede ver hasta Reikiavik, y eso que la capital está a 120 kilómetros de distancia.
Sabemos que el senderismo no es la actividad favorita de todo el mundo, y menos cuando se trata de subir a un enorme volcán. Pero no te preocupes, Snæfellsjökull se puede ver desde cualquier rincón del parque, sirviendo como un espectacular fondo para los diversos tipos de paisaje.
Playa de Djúpalónssandur
Djúpalónssandur no es simplemente un sitio precioso. En esta playa de guijarros negros, que se halla en el borde del parque, se encuentran los restos de un pesquero británico que naufragó aquí en 1948.
La playa está rodeada de impactantes formaciones de lava, como los altos acantilados de Dritvík. Mientras caminas por la orilla encontrarás cuatro piedras de gran tamaño. Estas piedras se han usado tradicionalmente para medir la fuerza de los pescadores, siendo cada piedra un nivel diferente. Hoy en día, los turistas tratan de levantarlas, para ver hasta qué nivel llegan. Un genial punto de unión con la tradición islandesa, ya que la cultura de la fuerza física está muy enraizada en el país.
Montaña Kirkjufell
Este monumento natural es, supuestamente, la montaña más fotografiada de Islandia. Esta montaña de forma cónica se eleva sobre el pueblo de Grundarfjörður, en la península de Snæfellsnes. El nombre se puede traducir como “montaña iglesia” y ha atraído a fotógrafos de todo el mundo. Se puede alcanzar la cima tras recorrer un duro sendero, pero las vistas compensan el esfuerzo.
La montaña en sí misma es espectacular, pero mejor incluso en combinación con Kirkjufellsfoss, una cascada que se encuentra cerca de la base de la montaña. Si vienes en invierno, este es un lugar excepcional para ver la aurora boreal, ya que la cascada se congela en parte y crea un marco surrealista en combinación con la montaña nevada.
Acantilados de basalto de Lóndrangar
Los acantilados de Lóndrangar son dos columnas de basalto que se elevan drásticamente desde el mar. Estas formaciones rocosas son en realidad los restos de un cráter volcánico que se ha ido erosionando por la acción del mar. La más alta de las columnas tiene una altura de 75 metros.
La rugosa costa que sigue a continuación es el lugar de anidación de varias especies de aves, como el fulmar boreal o el frailecillo. Se obtiene una muy buena vista del Océano Atlántico, sobre todo al atardecer, desde el faro de Malarrif.
Acantilados de Arnarstapi
Seguimos en la costa sur de la península de Snæfellsnes para encontrar los acantilados de Arnarstapi. La fuerza del océano ha esculpido en esta zona multitud de arcos de roca y cuevas escondidas. En estos acantilados de basalto también anidan multitud de especies de aves.
Hay un sendero por la costa que conecta Arnarstapi con una aldea cercana, Hellnar, y es muy recomendable.
Cueva Vatnshellir
En este monumento natural puedes adentrarte bajo tierra en un tubo de lava que se formó hace más de 8.000 años. La cueva Vatnshellir se puede visitar con una visita guiada que te lleva a través de una serie de túneles y cámaras. Es necesario ir equipado con casco y linternas, ya que se desciende 35 metros bajo la superficie para descubrir las fascinantes formaciones creadas por la lava.
La cueva Vatnshellir es una excitante aventura educativa que arroja luz sobre la actividad volcánica que aun a día de hoy da forma a la región.
Garganta de Rauðfeldsgjá
La garganta de Rauðfeldsgjá es un estrecho cañón que atraviesa la montaña Botnsfjall. La entrada a la garganta está prácticamente escondida, lo que da la sensación de entrar en un pasaje a otro mundo. Tras un corto pero complicado sendero se llega al interior de la garganta, donde hay una pequeña cascada cayendo sobre unas rocas.
Los muros están cubiertos de musgo y el aire es húmedo y fresco.
Playa de Ytri-Tunga
Este lugar es otra gran parada a lo largo de la costa sur de la península de Snæfellsnes. La playa de Ytri-Tunga es conocida por su arena dorada, que es algo poco común en Islandia. Este lugar es fantástico para descubrir la vida salvaje del Parque Nacional de Snæfellsjökull. Muchos visitantes acuden a este lugar para ver focas.
La mejor época para ver focas es en verano, aunque es posible verlas durante todo el año tomando el sol en las rocas o nadando tranquilamente.
Qué hacer en el Parque Nacional de Snæfellsjökull
Senderismo
El senderismo es una de las actividades más populares en el Parque Nacional de Snæfellsjökull. Y con razón. Hay una gran cantidad de senderos que llevan a todos los rincones del parque, y cada uno ofrece una perspectiva diferente de la diversidad de paisajes y belleza natural.
El sendero hasta Sönghellir, también conocida como la cueva cantarina, es uno de los más conocidos. La cueva es famosa por su acústica y se dice que al cantar o hablar dentro de la cueva se produce un singular eco. Antes de llegar a la cueva, el sendero atraviesa campos de lava.
Un sendero que es sencillo a la par que gratificante es el que une las aldeas de Arnarstapi y Hellnar. Ofrece buenas vistas sobre la costa y tiene sitios históricos.
Para aquellos en busca de un reto duro pero muy gratificante, la subida a la cima de Snæfellsjökull es obligatoria. Es necesario ser un aventurero experimentado con buena forma física y llevar el equipamiento adecuado. Pero si consigues llegar a la cima podrás contemplar una de las mejores vistas de toda Islandia.
Avistamiento de aves
El hecho de que Snæfellsjökull sea al mismo tiempo un parque marítimo y terrestre lo convierte en uno de los mejores lugares de Islandia para el avistamiento de aves.
El animal que los visitantes ansían ver en esta zona es el encantador frailecillo. Entre mayo y mitad de agosto es la mejor época, ya que es cuando estos pájaros vienen a anidar en los acantilados. Otros animales representativos son el charrán ártico y la rissa.
Avistamiento de ballenas
Otra de las ventajas de que Snæfellsjökull tenga una zona en el mar y otra en la tierra es poder disfrutar de lo mejor de ambos ecosistemas. Muchos visitantes vienen a Islandia con la idea de poder ver ballenas y este parque es un lugar excelente para hacerlo.
Hay tours que salen de los pueblos de Ólafsvík y Grundarfjordur, con la opción de ver orcas, ballenas jorobadas y ballenas azules, entre otras especies. La temporada alta para ver ballenas va de abril a octubre, con la mayor probabilidad durante los meses de verano.
Conocer los pueblos de pescadores
Los pintorescos pueblos de pescadores que hay en el Parque Nacional de Snæfellsjökull son claro ejemplo de la importante conexión que Islandia tiene con el mar.
Antes hemos mencionado el sendero que une Arnarstapi y Hellnar. Ambas aldeas son ejemplos de la vida marítima del país. El puerto de Arnarstapi está rodeado de columnas de basalto y tiene una estatua de Bárður Snæfellsás, el legendario guardián de la región que cuida del pueblo. Antaño, Hellnar era un transitado puerto de pesca. Hoy en día es un tranquilo pueblecito con una acogedora cafetería con vistas al mar. La iglesia de Hellnar es un monumento muy agradable.
Uno de los pueblos más grandes de la región es Ólafsvík. El museo marítimo del pueblo narra la historia de la pesca en la zona y los restaurantes locales tienen muy buenos platos de marisco.
Fotografía
Todo aficionado a la fotografía sabe que Islandia es como un estudio de fotografía gigantesco. Y el Parque Nacional de Snæfellsjökull condensa muchas de las cosas que los fotógrafos buscan en el país. La luz cambiante y las condiciones meteorológicas añaden un punto de sorpresa, haciendo que cada disparo sea único.
Los momentos justo después del amanecer o antes del atardecer proporcionan la mejor luz para sacar fotos. La luz añade color y textura a los ya de por sí impresionantes paisajes.
Dónde está el Parque Nacional de Snæfellsjökull y cómo llegar
El Parque Nacional de Snæfellsjökull se encuentra en el extremo occidental de la península de Snæfellsnes, en el oeste de Islandia. Llegar hasta el parque desde Reikiavik es fácil, pero no es un trayecto corto. Se tarda entre dos y tres horas para cubrir los 200 kilómetros que hay.
El camino es muy sencillo. Desde Reikiavik hay que coger la Ruta 1 en dirección norte y después la Ruta 54, que lleva directamente a la península de Snæfellsnes. El viaje es muy agradable, ya que se pasa cerca de paisajes estupendos y pueblos muy pintorescos.
Hay que tener en cuenta que algunas carreteras, sobre todo las que están sin pavimentar, pueden estar cerradas, especialmente en invierno debido a la nieve. Comprueba el estado de las carreteras antes de salir hacia el parque.
Una vez que se llega a la península, hay autobuses que conducen a distintas partes del parque. Sin embargo, ten en consideración que las opciones de transporte público son limitadas, por lo que es recomendable tener flexibilidad de horarios y transporte propio.
El clima en el Parque Nacional de Snæfellsjökull
El tiempo en el Parque Nacional de Snæfellsjökull es, como en toda Islandia, impredecible y cambia mucho con las estaciones. Incluso en un mismo día puede cambiar el clima en un santiamén. Entender los patrones del tiempo puede ayudar a planificar la visita y prepararse para las condiciones cambiantes.
Verano (junio a agosto)
El verano es la época más popular para visitar el parque, ya que las temperaturas son suaves y los días, largos. Durante el día, la temperatura normalmente oscila entre los 10°C y los 15°C, lo cual es genial para actividades al aire libre. El sol de medianoche, que sucede a finales de junio, significa que hay casi 24 horas de luz, lo que proporciona muchísimo tiempo para explorar.
A pesar de las temperaturas relativamente suaves, es importante venir preparado para cambios repentinos del clima. La lluvia y el viento son habituales, por lo que llevar ropa impermeable es esencial. Verano es temporada alta, así que suele haber más gente visitando el parque.
Otoño (septiembre y octubre)
Otoño llega con un descenso gradual de las temperaturas y de las horas de luz. El tiempo es cambiante, con chubascos ocasionales y viento. La temperatura media oscila entre los 5°C y los 10°C. Las horas de luz se acortan cada vez más con el paso de las semanas y a finales de la estación se pueden producir las primeras nevadas.
Por otro lado, el color de las hojas de los árboles empieza a cambiar, creando unos paisajes preciosos. Otoño es también una época estupenda para ver aves, ya que las especies migratorias se preparan para viajar al sur.
Invierno (noviembre a marzo)
El invierno convierte al Parque Nacional de Snæfellsjökull en una postal navideña. La temperatura suele caer por debajo de cero y es habitual que nieve, sobre todo en las zonas de mayor elevación. Las horas de luz son bastante cortas, con apenas unas pocas horas en diciembre y enero.
Las condiciones invernales pueden hacer difícil la conducción y es posible que algunas carreteras estén cerradas. El invierno, por el contrario, es la mejor época para ver la aurora boreal.
Primavera (abril y mayo)
Con la primavera llega una subida de las temperaturas y un aumento de las horas de luz. La nieve comienza a derretirse, desvelando un paisaje verde y dotando a las cascadas de un mayor volumen de agua. La temperatura media se mueve entre los 5°C y los 10°C, con chubascos ocasionales.
La primavera es una estación de renovación, con plantas floreciendo y aves migratorias que regresan a la zona. Es una temporada estupenda para hacer senderismo y explorar el parque, ya que el clima se vuelve más estable.
Temperatura en Snæfellsjökull por estaciones
Estación | Temperature en ºC |
Verano (junio a agosto) | 10°C a 15°C |
Otoño (septiembre y octubre) | 5°C a 10°C |
Invierno (noviembre a marzo) | -5ºC a 5ºC |
Primavera (abril y mayo) | 5°C a 10°C |
Consejos para hacer la maleta
No importa la estación en la que vengas, es esencial hacer la maleta de manera adecuada para adaptarte a las condiciones del Parque Nacional de Snæfellsjökull. Estas son algunas de las cosas que deberías traer:
- Capas de ropa. El tiempo cambia con rapidez, por lo que vestir con capas permite adaptarse con facilidad a las distintas condiciones. Trae una capa base, una capa intermedia y una capa exterior impermeable.
- Material impermeable. Una chaqueta y unos pantalones impermeables son básicos para mantenerte seco si la lluvia aparece. Unas botas de senderismo impermeables también son recomendables.
- Accesorios cálidos. Las temperaturas pueden ser bajas, sobre todo en zonas elevadas. Trae gorro, guantes y bufanda.
- Calzado robusto. El terreno del parque puede ser rugoso e irregular, así que no está demás tener unas botas de senderismo con sujeción en el tobillo.
- Mochila. Una mochila pequeña es útil para llevar capas extra, snacks, agua y otros elementos básicos para pasar el día.
Conclusión
El Parque Nacional de Snæfellsjökull es un lugar que supone una aventura sin igual. Con sus diversos paisajes, rica herencia cultural y un amplio abanico de actividades, en el parque hay para todos los gustos.
Puedes caminar hasta la cima del glaciar, explorar cuevas ocultas, ver frailecillos en la costa o, simplemente, disfrutar de las vistas. El Parque Nacional de Snæfellsjökull te dejará con la boca abierta.
Preguntas frequentes sobre el Parque Natural de Snæfellsjökull
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