

Descubre las alas de Islandia: Guía de avistamiento de aves
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Islandia es un país conocido principalmente por la gran variedad de paisajes que se pueden encontrar allí. Las fuerzas de la naturaleza han creado una gran cantidad de monumentos naturales que suelen dejar a los que los contemplan sin palabras. Por ello, en los últimos años, muchos aventureros han elegido esta isla en medio del océano Atlántico como destino de vacaciones. Pero los atractivos de este país nórdico no acaban ahí.
Hay muchas otras razones por las que merece la pena venir a Islandia, como una cultura fascinante y una variada vida salvaje. En este último sentido, Islandia es un lugar excepcional para amantes de la ornitología. La isla es el santuario de un gran número de especies que anidan, migran o habitan en ella todo el año. Con una buena cantidad de hábitats diferentes en el país, Islandia ofrece oportunidades de avistamiento de aves sin igual.
Acompáñanos a descubrir los pájaros más buscados y dónde encontrarlos.
¿Qué especies de aves podemos encontrar en Islandia?
Los cielos, orillas, acantilados, campos y bosques de Islandia están llenos de aves que pintan los distintos ecosistemas con sus colores, conductas y cantos. A continuación, vamos a listar las especies más relevantes de las muchas que se pueden encontrar en esta isla rugosa.
Frailecillo atlántico
Este es, probablemente, el animal que la gente más quiere ver cuando viene a Islandia. Esta pintoresca ave, con su pico de colores y plumas blancas y negras en el resto del cuerpo, es muy carismática. A pesar de la forma de caminar tan cómica que tienen, se precipitan al mar con gran precisión para atrapar peces. Usan los acantilados de Islandia como lugares donde emplazar sus nidos, protegidos de otros depredadores y del clima hostil. La mejor época para verlo es de mayo a agosto, que es temporada de anidación, en muchos puntos del país. Las Islas Vestman, un archipiélago frente a la costa sur, tiene la colonia de frailecillos más grande del mundo.

Charrán ártico
Con sus alas estilizadas, plumas blancas, cabeza negra y pico rojo, el charrán ártico es uno de los mejores ejemplos de resistencia del reino animal. Esta ave busca pasar el verano en climas fríos y realiza la migración más larga que se conoce. Pasan el verano austral en el océano Antártico y después viajan hasta el polo norte para pasar la otra mitad del año. Son monógamos y pasan toda su vida con la misma pareja. De mayo a julio vienen a criar a Islandia, y vuelven a la misma colonia cada año. Defienden sus nidos con una ferocidad inusitada, lanzándose en picado contra los depredadores, incluidos los humanos, que se acerquen demasiado a sus nidos.

Gaviota tridáctila
Estas aves, que suelen ser vistas posadas en los acantilados, tienen la cabeza blanca y las puntas de las alas negras, con sus picos amarillos que brillan bajo el sol. El verano, de junio a agosto, es la mejor época para verlas cuidando de sus polluelos, que parecen bolitas de plumas agazapadas en las grietas de la roca. Uno de los mejores sitios para verlas son los acantilados de Látrabjarg, que se llenan con su distintivo canto.

Fulmar boreal
El fulmar tiene una forma robusta y regordeta. Sin embargo, son muy habilidosos en el aire, cortando el viento con sus alas grises, y los fuertes vientos parecen no afectarles. De hecho, si hay niebla o bruma, puede ser muy difícil diferenciarlos mientras vuelan. Estas aves viven en Islandia todo el año, pero la mejor época es de mayo a septiembre, cuando anidan en las partes altas de los acantilados como los que hay en la península de Snæfellsnes.

Agachadiza común
Este pájaro de apariencia amistosa suele encontrarse en marismas o zonas bajas, donde su plumaje con motas marrones sirve de camuflaje excepcional. Se les reconoce por sus característico pico, muy largo, que sobresale muchos centímetros. Si algo diferencia a este animal, aparte del pico, es el sonido que hace, como un tamborileo. Es una especie murmullo generado por las plumas de su cola, un rasgo único de la agachadiza. Se las puede encontrar entre mayo y junio en humedales como el lago Mývatn.

Eider común
El eider es una raza de pato que vive plácidamente en las frías aguas del océano Atlántico norte. Las hembras tienen un plumaje de un marrón suave, mientras que los machos son de color negro y blanco, muy vistoso. En invierno, de noviembre a marzo, se acercan a la orilla del mar y bucean en busca de mejillones. Entre mayo y junio anidan en ciertos puntos de la costa. Pueden verse en la isla de Flatey o cerca de Illugastaðir, en la península de Vatnsnes, donde son el principal reclamo junto a las focas. En esta zona, en época de anidación, se corta el tráfico rodado para proteger sus hábitats.

Págalo grande
Esta ave, grande y poderosa, tiene un cuerpo robusto de color marrón con algunas plumas blancas en las alas. Es un depredador que acosa a otras aves marinas y les roba sus presas en pleno vuelo. Puede escucharse su canto áspero, como un ladrido, sobre las olas, como método para intimidar a otras especias. Entre junio y agosto forman un auténtico espectáculo en lugares como Dyrhólaey, donde vuelan entre los arcos de roca y se lanzan en picado al agua.

Halcón gerifalte
El halcón gerifalte es el cazador más letal de los cielos de Islandia, con sus plumas de un gris pálido que se camuflan a la perfección con las rocas nevadas. Suele sobrevolar por el cielo para después lanzarse sobre sus presas a una velocidad vertiginosa. Suelen cazar lagópodos y aves acuáticas, pero también peces y mamíferos pequeños. La mejor época para verlos es de diciembre a marzo.

Pigargo europeo
Es una de las aves más grandes que se pueden ver en Islandia, ya que el pigargo europeo es un ave rapaz que tiene una envergadura de más de dos metros y un pico amarillo muy característico. Viven en Islandia todo el año, pero su periodo de mayor actividad es de marzo a mayo, cuando las parejas realizan rituales de apareamiento en el aire.

Alca común
Si vas paseando por la costa islandesa en verano, es probable que puedas ver alcas. Estos pájaros se sumergen en el agua desde las alturas, con su plumaje que parece un smoking. Tienen el cuerpo blanco y negro, así como un pico muy afilado. Empiezan a aparecer en mayo y a habitar los acantilados, siendo Látrabjarg un lugar destacado donde verlos en acción. Se lanzan al mar a gran velocidad para atrapar peces y pueden sumergirse muchos metros. Sus polluelos son igual de valientes, lanzándose desde los acantilados a las pocas semanas de vida.

Pato arlequín
El pato arlequín macho es una explosión de color, con plumas azules, blancas y marrones, mientras que las hembras son bastante menos coloridas, principalmente de color pardo. Esta especie posee un graznido agudo muy característico que puede oírse desde bastante distancia. Se observan entre mayo y julio en ríos de zonas como la península de Snæfellsnes o en el lago Mývatn.

Porrón moñudo
Pequeño y carismático, los machos del porrón morrudo son blancos y negros, con una cresta singular y ojos de un intenso color amarillo. Las hembras de esta raza de pato, como la mayoría de los patos, son marrones y se camuflan muy bien con el entorno. El invierno, de noviembre a febrero, los hace ir a tierras interiores como el lago Mývatn.

Los mejores sitios para ver aves en Islandia
Hay cientos de lugares en Islandia en los que se pueden contemplar diversas especies de aves en su hábitat natural. La variedad de terrenos crea ecosistemas diferentes donde estos animales se alimentan, migran o anidan. Algunos de estos sitios son, de por sí, maravillas naturales, pero mejoran aún más con la presencia de las aves. Las zonas costeras albergan una gran cantidad de especies de aves marinas. En el interior se encuentran las aves más raras.
Península de Snæfellsnes
A menudo llamada “Islandia en miniatura”, en Snæfellsnes hay glaciares, volcanes y playas de arena negra en una extensión relativamente pequeña. Sus acantilados están llenos de frailecillos, fulmares y gaviotas tridáctilas, mientras que en los ríos del interior podemos hallar patos arlequín y halcones gerifalte. Además de aves, hay varios monumentos naturales asombrosos, como el glaciar Snæfellsjökull o la icónica montaña Kirkjufell.

Hvítserkur
Elevándose frente a la costa en la península de Vatnsnes, Hvítserkur es un enorme farallón de basalto. Hay gente que dice que se asemeja a un dragón que está bebiendo del océano. El nombre de la roca quiere decir “camisa blanca”, ya que su superficie está cubierta de excrementos de aves, lo que pone de manifiesto la gran presencia de pájaros en esta zona. Aquí podemos encontrar pigargos europeos, gaviotas y fulmares, entre otros. La luz es especialmente bonita al atardecer y a esa hora las aves son muy activas.

Lago Mývatn
Este lago de origen volcánico es una de las cinco paradas del Círculo de Diamante, una ruta por el norte de Islandia. Las aguas tranquilas del lago Mývatn y los humedales que hay cerca son el hábitat de varias especies, como el charrán ártico, la agachadiza común o el porrón moñudo. Es muy habitual ver otras aves acuáticas aquí. Esta zona tiene una intensa actividad geotérmica y hay baños termales. No te pierdas las formaciones rocosas de Dimmuborgir.

Península de Reykjanes
Muy cerca de la capital del país, Reikiavik, Reykjanes es la punta suroccidental del país. Hay muchos acantilados en la región donde se observan gaviotas, fulmares, eíderes y charranes árticos, sobre todo en los meses de verano. También puedes visitar los campos geotérmicos de Gunnuhver o el Puente entre Continentes, donde se encuentran las placas tectónicas norteamericana y eurasiática. En esta región se encuentra el balneario termal más famoso de Islandia, el Blue Lagoon.

Islas Vestman (Vestmannaeyjar)
Tras un corto trayecto en ferry se llega a las Islas Vestman, un archipiélago volcánico frente a la costa sur. En estas islas viven varias especies, como gaviotas y alcas. Pero el principal reclamo es la colonia de frailecillos, que se convierte en la más poblada del mundo en verano. El volcán Eldfell corona Heimaey, la isla principal, donde también se encuentra la famosa Roca Elefante. Hay visitas en barco alrededor de las islas, en las que se ven cuevas marinas y se pueden contemplar muchas especies de aves, así como ballenas.

Dyrhólaey
Este promontorio, en el que hay un faro, está en el sur de Islandia y tiene vistas panorámicas de playas de arena negra y arcos de roca natural. Aquí anidan frailecillos, págalos y gaviotas, que se pueden observar volando por los acantilados. Cerca está la playa de Reynisfjara, con sus columnas de basalto y farallones de roca.

Isla Flatey
Como si fuera una manchita en la bahía de Breiðafjörður, Flatey es un lugar poco conocido en Islandia occidental, pero es uno de los mejores sitios para ver aves de todo el país. Los eíderes, frailecillos y charranes árticos inundan su costa y el aire se llena con sus cantos. Flatey tiene una población estacional y la mayoría de sus habitantes vienen solo en verano. Solo se puede llegar en ferry y no hay coches en la isla. Fue un importante centro pesquero en época medieval. La mejor época para ir es en verano.

Acantilados de Látrabjarg
Extendiéndose 14 kilómetros en los Fiordos Occidentales, los acantilados de Látrabjarg son el punto más al oeste de toda Europa y tiene una de las mayores colonias de frailecillos y alcas comunes de Islandia, además de gaviotas y fulmares. Es una zona remota y de difícil acceso fuera de los meses de verano, pero se trata de un paisaje alucinante que da la sensación de estar en medio de naturaleza pura sin alterar.

Mejor época para el avistamiento aves en Islandia
No todas las estaciones son iguales para ver aves en Islandia. Aunque algunas especies viven en la isla todo el año, otras solo vienen a anidar o como parte de su ruta migratoria. El clima también puede jugar un papel crucial en las opciones de ver animales, así que es importante saber qué te vas a encontrar en cada estación.
Primavera (abril y mayo)
Una vez que pasa el invierno, la temperatura se mueve entre 0 y 7°C, con nieve ocasional a principios de la estación, dando paso gradual a la lluvia y despejando los campos verdes. La primavera marca el regreso de muchas aves migratorias, con el frailecillo, que llega a finales de abril, y el charrán ártico en mayo. El pigargo europeo está muy activo, buscando presas desde el aire. Con la vuelta a la vida de los humedales tras el letargo invernal, las agachadizas y los patos se dejan ver en zonas bajas. Los días se van alargando cada semana, dando más tiempo para explorar.
Verano (junio a agosto)
El verano transforma Islandia en un paraíso para los ornitólogos. Las temperaturas suelen estar entre 10 y 15 °C y hay casi 24 horas de luz natural a finales de junio. Las colonias de frailecillos están en su máximo esplendor, llenas de vida, y los págalos y las gaviotas suelen observarse en las zonas costeras. Los humedales como el lago Mývatn se llenan de agachadizas, charranes y patos arlequín, que también se pueden contemplar nadando en distintos ríos. El tiempo es más o menos estable, aunque siempre es impredecible y puede haber chubascos ocasionales.
Otoño (septiembre y octubre)
Las temperaturas bajan a entre 0 y 10°C y los días se van acortando con el avance de la estación, pero los paisajes se tornan de un precioso color dorado. Suele llover y hacer viento. Las aves migratorias empiezan a marcharse, pero otras especies, como gaviotas, eíderes y fulmares se quedan. No hay tantos turistas como en otros momentos, por lo que hay zonas en las que tienes el campo para ti solo.
Invierno (noviembre a marzo)
El invierno es una época complicada para ver aves en Islandia. El país se cubre de nieve y puede ser difícil, o incluso imposible, llegar a ciertas zonas debido al clima. Muchas carreteras se cierran y apenas hay horas de luz natural, por lo que no hay mucho tiempo para explorar. Por otro lado, una vez se pone el sol, si tienes suerte se puede ver la aurora boreal.
Qué llevar en la maleta para ir a ver aves a Islandia
El clima tan singular de Islandia y su accidentada orografía hacen que haya que hacer la maleta pensando en la comodidad y la flexibilidad. Como ver aves es algo que se hace al aire libre, es crucial ir bien preparado. Aquí te dejamos una lista de elementos básicos que deberías llevar en la maleta.
- Chaqueta y pantalones impermeables. Suele llover y hacer viento, incluso en verano. Una chaqueta impermeable ligera y transpirable te mantiene seco bajo un chaparrón repentino, mientras que los pantalones te protegen de los caminos mojados o si te adentras en los humedales. Elige colores apagados para mezclarte con la naturaleza y evita los brillantes que pueden espantar a las aves.
- Ropa a capas. Las temperaturas fluctúan mucho en un mismo día y la mejor manera de adaptarte a ellas es vestir con capas. Una capa base transpirable, polar o lana para dar aislamiento y una chaqueta impermeable encima. Un gorro y unos guantes vienen muy bien, especialmente en los meses fríos.
- Botas de senderismo robustas e impermeables. El terreno puede ser muy irregular en algunas zonas, por lo que es necesario que tengan buen agarre en el tobillo. Hazlas a tu pie antes del viaje para evitar ampollas.
- Prismáticos (8x42 o 10x42). Un par de buena calidad puede marcar la diferencia. Los modelos 8x42 equilibran aumento y brillo, mientras que los de 10x42 dan más nivel de detalle.
- Cámara con zoom. Vas a necesitarla si quieres inmortalizar algunos de estos hermosos animales. Traer protector para la lluvia. Mete baterías extra, el frío hace que se gasten más rápido.
- Guía de campo. Sumérgete del todo en el mundo de la ornitología con una buena guía de bolsillo que te ayude a identificar especies si no eres experto. Elige una que esté centrada en Islandia.
- Cuaderno y bolígrafo. Apuntar los avistamientos (horas, lugares, comportamientos) puede mejorar la experiencia y ayudarte a identificar mejor las distintas especies.
- Botella reutilizable de agua y comida. Muchas de las zonas de avistamiento de aves están lejos de tiendas, cafeterías o, incluso, pueblos. Mantente hidratado con una botella de agua reutilizable y lleva frutos secos, fruta deshidratada o barras de cereales para mantener la energía.
- Gafas de sol y crema solar. Los largos días de verano pueden hacer mella en la piel o los ojos. En invierno, el reflejo del sol en la nieve puede ser muy dañino.
- Mochila. Una mochila de 20-30L con cobertura impermeable para mantener tus cosas secas y dejar las manos libres para los prismáticos.
Consejos de viaje
- Apúntate a tours guiados de aves. Los guías locales conocen lugares escondidos, como los sitios más frecuentados por los halcones gerifalte o las marismas donde habitan las agachadizas, y ofrecen información sobre los comportamientos y hábitats de las aves. Los tours en grupos pequeños son geniales, ya que maximizan las opciones de avistamientos con un impacto menor. Son especialmente recomendables para principiantes o para explorar zonas remotas como los Fiordos Occidentales.
- Reserva con tiempo los tours y los ferris. En verano, los ferris a Flatey o las Islas Vestman se llenan rápido, así como los tours a zonas remotas como Látrabjarg. Reserva con varias semanas de antelación para no quedarte sin sitio, sobre todo si vas a venir entre junio y agosto, que es temporada alta. Reservar con antelación también te puede dar acceso a mejores ofertas.
- Respeta la naturaleza y los nidos. No te salgas de los caminos marcados para no alterar los distintos ecosistemas, pisar huevos o agitar a los animales, especialmente en humedales como Mývatn. Mantén la distancia, usa los prismáticos para ver desde lejos y no dejes huella.
- Mira el pronóstico del tiempo. El clima de Islandia cambia muy rápidamente, de sol a lluvia en poco rato. Puede afectar mucho a las carreteras y poner en riesgo el itinerario que tenías pensado. Mira el pronóstico en la zona y el estado de las carreteras para estar preparado y adaptarte si es necesario.
- Conduce con cuidado. Las carreteras de zonas rurales suelen ser estrechas, de grava y puede ser muy difícil circular por ellas si está mojado. Alquila un coche 4x4 para asegurarte de que puedes llegar a aquel rincón donde quieres ver un pato arlequín. Además, si vas a conducir por carreteras F, está prohibido hacerlo con un coche convencional. Ten en cuenta que hay zonas del país a las que solo se puede llegar en verano.
- Conexión telefónica. La cobertura puede ser baja o inexistente en algunas regiones. Descárgate mapas para usar sin conexión o usa uno convencional de papel para no perderte. Un aparato de GPS puede ser un poderoso aliado.
Conclusión
La cantidad de aves en Islandia crean un mosaico de distintas alas, tamaños, colores, cantos y plumas en un marco natural incomparable. Se pueden ver pájaros, algunos únicos, en acantilados, lagos o desiertos volcánicos. La variedad de especies que se pueden encontrar en el país, desde frailecillos y fulmares a águilas y halcones, hacen que este país nórdico sea un destino de ensueño para cualquiera interesado en la ornitología. Mete en la maleta los prismáticos, la cámara de fotos y la ropa adecuada y prepárate para una aventura mágica.