

De frailecillos a renos: la fascinante fauna de Islandia
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Allá por el siglo IX, en Islandia solo había un tipo de mamífero terrestre. El resto de la fauna eran aves o criaturas marinas. Si avanzamos hasta el siglo XXI, verás que la isla alberga montones de animales que han sabido adaptarse a condiciones extremas. A diferencia de sus vecinos árticos, donde hay osos y lobos peligrosos, en Islandia los animales son más amigables, adorables y súper interesantes de observar.
Si te preguntas qué animales puedes encontrar allí, siéntate y relájate, porque te voy a contar todo y además dónde verlos.
Animales salvajes en Islandia
Islandia no tiene grandes depredadores ni mamíferos terrestres de gran tamaño, pero los que viven aquí son muy curiosos. Con el paso del tiempo, se han acostumbrado a las duras condiciones de la isla, desde inviernos helados hasta paisajes volcánicos. Algunos, como el zorro ártico, llevan por aquí desde la Edad de Hielo; otros, como los renos, llegaron gracias a la intervención humana. Vamos a ver algunos de estos animales salvajes tan singulares.
Zorros árticos
Son los mamíferos terrestres de los que te hablaba antes.
Durante la Edad de Hielo, los zorros árticos (también llamados zorros polares, blancos o de las nieves) llegaron a la isla andando sobre el hielo marino. Cuando el hielo se derritió, quedaron atrapados aquí. Aun así, estas criaturas son increíblemente adaptables y lograron sobrevivir gracias a una dieta a base de bayas, invertebrados, aves y huevos, a pesar de que el entorno se lo puso muy difícil.
Cuando llegaron los humanos, empezaron a cazarlos por su piel y crearon granjas peleteras que aún existen hoy. Esto afectó a la población de zorros, pero la presencia de personas también les proporcionó más comida (restos de comida, corderos y roedores), lo que ayudó a que no desaparecieran.
Hoy en día, verás que hay dos “versiones” de zorro ártico en Islandia: el de color azul y el de color blanco. El zorro azul no cambia de pelaje a lo largo del año, mientras que el blanco cambia con las estaciones, pasando de un abrigo invernal completamente blanco a uno blanco y marrón en verano.
Para verlos de cerca, lo mejor es ir al Centro del Zorro Ártico en Súðavík o visitar la Reserva Natural de Hornstrandir en los Fiordos del Oeste.
Dónde encontrarlos: Súðavík, Thorsmork y Hornstrandir.

Renos
Los renos se trajeron en el siglo XVIII desde Noruega para el pastoreo, algo muy habitual en otros países escandinavos. Sin embargo, en Islandia no funcionó el tema de la cría de renos, así que acabaron viviendo en libertad por su cuenta.
Actualmente, hay unos 3.000 renos en Islandia, sobre todo en la zona este, cerca de Snæfell, Brúaröræfi y Vesturöræfi. Suelen estar en las tierras bajas y en zonas más altas durante el verano, aunque se han visto manadas tan al norte como Vopnafjörður y tan al sur como Jökulsárlón.
Aunque a todo el mundo le encantan los renos, se controla su población para que no se coman el pasto destinado a las ovejas. Si no, un invierno muy duro o una gran erupción volcánica (nada raro en Islandia) podrían dar lugar a problemas económicos serios.
Dónde encontrarlos: Snæfell, Brúaröræfi, Vesturöræfi, Vopnafjörður y Jökulsárlón.

Animales marinos en Islandia
En las aguas de Islandia hay de todo: ballenas enormes, delfines curiosos y focas que se pasan el día tomando el sol. Se dice que Islandia es uno de los mejores sitios de Europa para ver ballenas, ya que nadan por aquí más de veinte especies distintas.
Vamos a descubrir algunos de estos animales marinos que pueden cruzarse en tu camino si tienes suerte.
Ballenas
Como te decía, Islandia tiene más de veinte especies de ballenas en sus aguas, así que se ha ganado el título de “capital europea del avistamiento de ballenas”.
Las que más probabilidad tienes de ver son:
- Belugas
- Ballenas boreales (Bowheads)
- Ballenas minke
- Narvales
- Yubartas (Humpbacks)
- Ballenas azules
- Cachalotes (Sperm whales)
En el pasado, la relación de los islandeses con las ballenas fue complicada. Los primeros colonos las pintaban como monstruos marinos terroríficos, y hay historias famosas, como la de un hechicero que se convirtió en ballena para intentar conquistar Islandia, aunque acabó derrotado por un espíritu guardián. Pese a que se les temía en alta mar, cuando llegaban varadas a la costa la gente se alegraba: daban carne para todo el pueblo y aceite para iluminar durante el invierno.
En el siglo XIX se legalizó la caza comercial de ballenas, luego se prohibió y más tarde volvió a permitirse. Hoy sigue existiendo, pero el debate sobre su continuidad está siempre presente. Lo que sí está claro es que el avistamiento de ballenas va en aumento, y es una de las actividades obligatorias que hacer aquí.
Si quieres verlas de cerca, te recomiendo alquilar coche (en la mejor empresa de alquiler de Islandia, si quieres ir a tu aire) y acercarte a Húsavík o a la península de Snæfellsnes. Las yubartas, por ejemplo, son súper curiosas y no dudan en acercarse a los barcos, así que podrás hacer fotos increíbles.
Dónde verlas: Húsavík, Reykjavik, Akureyri, Dalvik, y península de Snæfellsnes.

Delfines de pico blanco
Si haces un tour de avistamiento de ballenas en la península de Snæfellsnes, quizá te cruces con grupos de delfines de pico blanco saltando fuera del agua. Se reconocen fácilmente por esas franjas blancas o gris claro que tienen en el vientre y los costados.
Los machos tienen el pico completamente blanco, mientras que en las hembras solo la punta es blanca. Estos delfines suelen vivir en grupos que pueden incluir parientes y no parientes, normalmente con individuos del mismo sexo y edad. Se calcula que hay unos 30.000 rondando la costa de Islandia, y su comida favorita incluye bacalao, eglefino y merlán.
Dónde verlos: Península de Snæfellsnes.

Focas
Las focas también son muy comunes en Islandia, sobre todo las de puerto (harbor seals) y las grises. Llevan mucho tiempo usando las costas islandesas para reproducirse, descansar y mudar la piel. Las aguas ricas en alimento y las costas poco pobladas les han venido de maravilla para prosperar.
Cuando los primeros colonos llegaron, se encontraron con que las focas no tenían miedo de la gente, lo que facilitó su caza. Les daban carne, aceite (para lámparas) y pieles para vestir, algo que fue clave para sobrevivir en una isla tan dura.
A medida que la población aumentó, también subió la caza de focas, y en el siglo XX su número se redujo mucho, pues se las mataba más por moda que por necesidad. Hoy en día, su número está algo más estabilizado, pero todavía se las caza por distintos motivos (transmitir parásitos a los peces, romper equipos de pesca, su piel, etc.).
La industria del avistamiento de focas está creciendo y esto ha generado críticas hacia la caza, sobre todo después de la apertura del Centro de la Foca Islandesa (Icelandic Seal Center) en Hvammstangi.
Puedes ver focas en varios puntos de Islandia: la laguna glaciar de Jökulsárlón, los Fiordos del Oeste, la península de Snæfellsnes y la península de Vatnsnes, entre otros. Además de focas de puerto y grises, a veces aparecen focas anilladas, barbudas, de Groenlandia y con capucha. Incluso podrías toparte con morsas en los Fiordos del Oeste, donde eran muy abundantes en el siglo XVII, antes de que las cazaran hasta la extinción.
Dónde verlas: Reikiavik, Hvammstangi, península de Snæfellsnes, península de Vatnsnes, península de Skagi, laguna glaciar de Jökulsárlón, bahía de Breidafiord, zona de Strandir y zona de Myrar.

Animales domésticos en Islandia
En Islandia hay algunos animales domésticos que llevan siglos formando parte de la vida local. Algunos son famosos en todo el mundo, como el caballo islandés, mientras que otros, como las ovejas y los perros pastores, han sido fundamentales para sobrevivir en este entorno tan exigente.
Estos son algunos de los que podrás ver allí:
El caballo islandés
No puedes perderte al caballo islandés. Es una de las razas más conocidas a nivel mundial, pero no por su tamaño (es más bien bajito), sino por su inteligencia y por ser de pura de raza.
De hecho, está prohibido importar caballos a Islandia y, si un caballo islandés sale del país, no puede volver a entrar. Esto mantiene la raza sin cruces con otras. Cuando los colonos llegaron desde Noruega, se trajeron sus mejores ejemplares y, hacia el año 920 (cuando acabó el periodo de asentamientos), ya había un montón de caballos resistentes que fueron clave para la economía.
Durante años, se usaron para las labores del campo, pero su forma peculiar de moverse (tienen un paso extra llamado “tölt”) hizo que se convirtieran en un animal muy valorado también para la equitación.
Si quieres vivir la experiencia al completo, te recomiendo montar a caballo islandés. No te quitará mucho tiempo, y si vas a la región de Skagafjörður (en el norte), que es la meca de la equitación en Islandia, podrás montar, hacer turismo, bucear o incluso explorar cuevas a caballo. Si estás en la capital, otra buena opción es ir al valle de Mosfellsdalur, a las afueras de Reikiavik.
Dónde encontrarlos: En toda Islandia.

Ovejas islandesas
Quizá a primera vista no parezcan muy emocionantes, pero han sido fundamentales para la supervivencia de los islandeses durante siglos. Hasta el día de hoy, siguen siendo una fuente clave de abrigo y alimento.
Si quieres entender la importancia que tienen, te sugiero leer alguna novela de Halldor Laxness (premio Nobel). Verás que en la vida rural islandesa, las ovejas son casi un tema central.
Aunque no sean tan “exóticas” como otros animales de esta lista, su papel en la historia de Islandia es enorme y no se puede pasar por alto.
Dónde encontrarlas: En toda Islandia.

Perro pastor islandés
Al igual que las ovejas, estos perros llegaron con los primeros colonos hace cientos de años. Desde entonces han ayudado en las granjas cuidando propiedades y pastoreando.
El perro pastor islandés es bastante pequeño comparado con otras razas de pastoreo de fuera. Y debido al aislamiento de la isla, son propensos a enfermarse con facilidad si les llega alguna nueva enfermedad.
Casi se extinguieron a finales del siglo XIX, pero el gobierno se puso las pilas prohibiendo la entrada de otras razas, introduciendo vacunas y facilitando la atención veterinaria. Gracias a eso, la población se recuperó.
Además de su tamaño reducido, verás que tienen la cola enroscada y un pelaje mullido. Son muy amistosos, ágiles, llenos de energía y muy resistentes, ¡perfectos para acompañarte si te mola el ejercicio!
La mayoría están en zonas rurales, donde pueden trabajar con su instinto de pastoreo y esa energía inagotable que los caracteriza.
Dónde encontrarlos: Prácticamente en cualquier granja de Islandia y en muchos hogares.

Aves en Islandia
Islandia está llena de aves de todo tipo: desde los pequeñas y combativos charranes árticos hasta el majestuoso halcón gerifalte, pasando por los archiconocidos frailecillos. Te las puedes encontrar en todas partes: dando un paseo por Reikiavik, haciendo senderismo por el interior o recorriendo la costa. Vamos a ver algunas de las más destacadas.
Charrán ártico
El charrán ártico es pequeñito, con la cabeza negra y alas en punta, pero se defiende con todo si se acercan a su nido. A veces verás carteles en Reykjavik advirtiendo de la presencia de nidos cerca de estanques, porque estas aves son muy territoriales.
Un consejo: no les des comida en primavera o verano, ya que podrías atraer a otras aves depredadoras que se comerían a los patitos de la zona.
Dónde verlos: Reikiavik

Halcón gerifalte
Si miras al cielo, lo mismo te encuentras con un halcón gerifalte (gyrfalcon) dando vueltas. Puede tener una envergadura de hasta 1,2 metros y es el halcón más grande que existe, además de muy veloz y fuerte. Por algo es el ave nacional de Islandia.
Suele tener plumas grises y blancas, y para mucha gente es el halcón más bonito de todos. Puedes verlo en el norte del país, cerca del lago Mývatn. Si estás ahí, es posible que lo veas lanzarse a por su presa, así que lleva la cámara preparada.
Dónde verlos: Área del lago Mývatn.

Frailecillos
Islandia alberga el 60% de la población mundial de frailecillos atlánticos. Eso se traduce en unos 10 millones de estas simpáticas aves, así que casi seguro te cruzarás con ellas en infinidad de sitios.
En el sur de Islandia, lugares como Reynisfjall y Dyrholaey tienen grandes colonias de frailecillos. Además, así puedes aprovechar para visitar la increíble naturaleza de la costa sur.
También puedes ver frailecillos en un tour en barco por Lundey o Akurey, o incluso acercándote a la bahía, donde hay miles de nidos. Los islandeses, por cierto, comen frailecillos; así que podrías estar viéndolos por el día… ¡y cenándotelos por la noche!
Si eres súper fan de la ornitología, los Fiordos del Oeste (Westfjords) te van a encantar, ya que es un paraíso para observar pájaros. En los acantilados de aves de Látrabjarg, miles de aves anidan y se refugian sin que los humanos apenas los molesten. Eso sí, mantén la distancia para no asustarlas.
Dónde verlos: En muchos sitios, pero los mejores son Látrabjarg y las islas Westman.

Conclusión
Aunque Islandia no tiene una fauna muy extensa, los animales que habitan aquí son de lo más interesantes. Verás zorros árticos en los Fiordos del Oeste, renos en el este y, en las aguas que rodean la isla, ballenas, delfines y focas. Incluso los animales de granja, como caballos y ovejas, han sido cruciales en el día a día de la gente. Si te gustan las aves, podrás disfrutar de frailecillos, charranes árticos y halcones gerifaltes. Vayas donde vayas, te toparás con alguna forma de vida salvaje o doméstica que seguro te dejará con la boca abierta.
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