Cuevas de hielo en Islandia: Guía completa para aventureros
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Islandia es un país que se caracteriza por sus fuertes contrastes. Se la conoce como la “Tierra de Hielo y Fuego” y no es solo porque suene bien. Las poderosas fuerzas del planeta han conformado este país de manera dramática, creando paisajes alucinantes durante el proceso. La parte del fuego viene de la intensa actividad volcánica presente en la isla. La otra mitad, el hielo, se manifiesta sobre todo en los muchos glaciares que hay en Islandia. Estos gigantes congelados han jugado un papel clave en la formación del país, con un fuerte impacto en el estilo de vida de los lugareños.
Dentro de los glaciares podemos encontrar cuevas de hielo. Estas creaciones surrealistas parecen sacadas de una novela fantástica. Se trata de formaciones únicas que son parte de los paisajes dinámicos de Islandia y su belleza es compleja. En esta guía vamos a contarte todo lo que necesitas saber para explorar las cuevas de hielo de Islandia: cómo se forman, dónde encontrarlas, cuándo ir y cómo prepararse para esta extraordinaria aventura.
Puntos clave
- Las cuevas de hielo se forman normalmente dentro de los glaciares cuando el agua derretida se congela, creando formaciones y túneles.
- Este proceso es cíclico y se crean cuevas nuevas cada invierno.
- Se deben visitar las cuevas de hielo acompañado de un guía experto, tanto por razones de seguridad como informativas.
Glaciares de Islandia
Para poder entender y apreciar las cuevas de hielo apropiadamente, es bueno saber la importancia que tienen los glaciares en Islandia. Antes de nada, están entre los elementos de mayor presencia en el paisaje islandés, ya que cubren aproximadamente el 11% de la superficie del país. Estos gigantescos ríos helados se mueven muy lentamente y se han ido formando a lo largo de miles de años, con capas de nieve que se van comprimiendo hasta formar hielo denso. El proceso empieza en una zona concreta, como una cadena montañosa, en la que se acumula nieve que no llega a derretirse del todo en verano. Con el tiempo, el peso de la nieve fresca va compactando las capas más antiguas que hay debajo, transformándolas en hielo sólido.
¿Cómo se forman las cuevas de hielo?
La formación de cuevas de hielo es un proceso fascinante y delicado. Es el resultado de la combinación de agua, temperatura y tiempo. Hay miles de sistemas intrincados de agua procedente del deshielo bajo los enormes glaciares de Islandia. Con las condiciones adecuadas, se acaban transformando en sorprendentes cuevas que se pueden visitar.
Durante los meses cálidos de verano, la superficie de los glaciares empieza a derretirse con la subida de las temperaturas. En Islandia, esto suele ocurrir entre finales de mayo y mediados de septiembre. Esta agua baja por dentro del glaciar a través de grietas y fisuras, creando pequeños ríos que se abren paso a través del denso hielo. Estos riachuelos esculpen túneles y cámaras poco a poco, que pueden considerarse las etapas tempranas de una cueva de hielo. El flujo del agua transporta sedimentos y minerales que van tallando el interior del glaciar, creando formas únicas.
Cuando llega el invierno y las temperaturas bajan de nuevo, el flujo de agua desciende y los flujos de agua empiezan a congelarse. Durante ese proceso de congelación los túneles previamente esculpidos por el agua se solidifican, formando las cuevas de hielo que se encuentran en varios lugares de Islandia. Sin embargo, como los glaciares están en constante cambio y movimiento, nunca se forman las mismas cuevas de un año para otro. Las ya existentes se deshacen y se forman unas nuevas. Por ello, cada visita a una cueva de hielo en Islandia es una experiencia diferente y única.
¿Por qué el hielo de algunas cuevas es azul?
En algunas cuevas, el hielo adquiere un tono azul intenso porque es muy denso. La nieve se acumula sobre los glaciares y nunca llega a derretirse por completo, de modo que el peso de la nieve nueva aplasta las burbujas de aire en las capas más antiguas. Este hielo denso absorbe la mayor parte de los colores de la luz, pero refleja el azul. Cuanto más grueso y denso es el hielo, más profunda es la tonalidad de azul. En algunos lugares, el hielo parece casi un zafiro, especialmente bajo la luz solar directa o cuando se ilumina con una linterna. El hielo más reciente y menos denso suele verse de color blanco. En algunas cuevas de Islandia, las manchas negras del hielo provienen de la ceniza volcánica, resultado de erupciones volcánicas cercanas. Estos detalles hacen que cada cueva de hielo sea única.
¿Dónde están las cuevas de hielo de Islandia?
Como ya hemos explicado, existen varios glaciares en Islandia y muchos de ellos albergan cuevas de hielo. Las cuevas de hielo más conocidas y de más fácil acceso están en el sur del país. Aquí te dejamos una lista de glaciares en los que hay cuevas de hielo.
- Glaciar Vatnajökull. Probablemente el mejor lugar para explorar estructuras de hielo. Este enorme glaciar, el mayor de Europa, cubre el 8% de la superficie del país. En él se encuentran algunas de las cuevas más famosas, como la Cueva de Cristal o la Cueva Zafiro.
- Glaciar Mýrdalsjökull. Ubicado cerca de la costa sur de Islandia, este glaciar se asienta sobre el volcán Katla, que está activo. Es conocido por sus cuevas con trazas de ceniza volcánica incrustadas en el hielo, que crean dibujos muy curiosos.
- Glaciar Langjökull. Este glaciar se encuentra en el oeste de Islandia. En Langjökull hay un túnel de hielo hecho por el hombre que permite adentrarse en este glaciar durante todo el año.
Las mejores cuevas de hielo de Islandia
Una de las mejores cosas de las cuevas de hielo de Islandia es que nos son iguales unas a otras. Incluso de un año para otro, la misma cueva puede tener un aspecto muy diferente, así que cada visita es distinta.
Cueva de Cristal (Crystal Ice Cave)
Se trata de la que quizás sea la cueva de hielo más famosa de Islandia, conocida por su hielo azul reluciente y sus enormes cámaras interiores. Es como una catedral hecha de hielo. Está dentro del glaciar Vatnajökull y sus maravillas naturales atraen a miles de visitantes cada año. Es especialmente popular entre fotógrafos que quieren capturar su belleza, que parece sacada de una película de ciencia ficción. El aspecto y forma de la cueva cambia cada año por el movimiento del glaciar. El invierno es la época para visitarla, ya que las bajas temperaturas hacen que la estructura sea sólida y estable.
Cueva de hielo Katla (Katla Ice Cave)
La cueva de hielo Katla, que se encuentra bajo el glaciar Mýrdalsjökull, tiene un asombroso contraste entre hielo azul y ceniza volcánica. Esta combinación crea patrones que son el ejemplo perfecto de la constante interacción entre hielo y fuego que ocurre en Islandia. A diferencia de otras cuevas de hielo, Katla se puede visitar todo el año, ya que tiene condiciones muy estables. La cueva está muy cerca del volcán del mismo nombre. Hay visitas guiadas a la cueva de hielo Katla desde Vík. Esta ciudad puede servir como campamento base si vas a explorar no solo las cuevas que hay en el sur de Islandia sino también la región en general.
Cueva Zafiro (Sapphire Ice Cave)
Recibe su nombre por su hielo azul intenso. La Cueva Zafiro es otra joya dentro del glaciar Vatnajökull. Esta cueva tiene paredes con texturas preciosas y su menor tamaño (si la comparamos con la Cueva de Cristal) permite ver todo con mayor detalle. Los distintos tonos de azul brillan cuando hace sol y es un sitio ideal para aquellos que buscan una experiencia más tranquila, sin tantos turistas. Como sucede con las otras cuevas que están en Vatnajökull, solo se puede visitar en invierno cuando el hielo se ha solidificado por completo.
Túnel de hielo del glaciar Langjökull
A diferencia de las cuevas de hielo naturales, el túnel de hielo de Langjökull está completamente hecho por el hombre. Ha sido cavado en el segundo glaciar más grande de Islandia, que da nombre al túnel. Lo mejor de este sitio es que se puede visitar en las cuatro estaciones. Hay visitas guiadas que llevan hasta bastante profundo dentro del glaciar. Los guías explican la estructura del glaciar, su historia y el impacto que el cambio climático está teniendo en estos gigantes de hielo. El túnel tiene una serie de cámaras e incluso una capilla de hielo, lo que hace que la experiencia sea distinta a la que se tiene en cuevas naturales. Es perfecta para los turistas que vienen en verano y que no pueden ir a las cuevas de hielo a las que solo se puede acceder en invierno.
Cueva de hielo de Skaftafell
La cueva de hielo de Skaftafell es una joya menos conocida que se encuentra en la reserva natural de Skaftafell, que es parte del Parque Nacional de Vatnajökull. Es famosa por sus paredes suaves y reflectantes, que parecen espejos. Solo se puede visitar en invierno y es una experiencia más tranquila que las cuevas Cristal y Zafiro. Es muy buena idea combinar la visita a la cueva de hielo de Skaftafell con recorrer alguno de los senderos de la reserva natural, que es famosa por sus paisajes y cascadas.
Cueva de hielo Lofthellir
Nos desplazamos ahora al norte de Islandia para descubrir otra gran cueva de hielo. Lofthellir está cerca del lago Mývatn y es bastante diferente a las otras cuevas de esta lista. Es, de hecho, un tubo de lava con antiguas formaciones de hielo. También es una visión diferente de un mundo en el que coexisten el hielo y el fuego. El interior de la cueva alberga estalactitas, estalagmitas y otras esculturas heladas que se han formado durante miles de años. A diferencia de la mayoría de las cuevas glaciares, se puede acceder a Lofthellir durante todo el año, lo que la convierte en una parada obligada para los que visiten el norte. Debido a su localización remota, no dispone de tantas visitas guiadas como otras.c
Visitas guiadas a las cuevas de hielo
Visitar una cueva de hielo no es algo que se deba hacer por libre. Estas cuevas forman parte de un paisaje en constante cambio y es necesario ir con el equipamiento y conocimiento adecuado. Hay que acudir como parte de una visita guiada, que proporciona una experiencia tanto espectacular como segura.
Hay varios operadores que suministran todo lo necesario para explorar las cuevas, como cascos, crampones y calzado adecuado. También monitorizan de manera constante las condiciones para cerciorarse de que las cuevas son seguras para los turistas. Además de seguridad, los guías también proporcionan datos fascinantes acerca de la formación de las cuevas, la historia de los glaciares y el medio ambiente de Islandia. Conocen los mejores sitios para hacer fotos y señalan aspectos significativos que, de otra manera, seguramente se pasarían por alto.
Hay tours de distinta duración y dificultad, desde paseos cortos aptos para principiantes a caminatas más largas para los que busquen una aventura real. La mayoría de las visitas salen de pueblos o ciudades como Reikiavik o Vík, o de lugares naturales como Jökulsárlón. Es muy fácil añadir una de estas visitas a tu itinerario por Islandia.
Las cuevas de hielo en las distintas estaciones
Las cuevas de hielo, al igual que los glaciares que las albergan, son dinámicas y su apariencia y accesibilidad varía con las estaciones. La mayoría de ellas solo se pueden visitar en los meses más fríos, mientras que hay unas pocas que se pueden disfrutar todo el año.
Invierno (noviembre a marzo)
El invierno es temporada alta para explorar cuevas de hielo. En estos meses, las temperaturas frías hacen que visitar las cuevas sea estable y seguro. Los tonos azules del hielo se muestran con mayor intensidad en esta época. Es la estación en que se pueden visitar todas las cuevas naturales de Vatnajökull.
Primavera (abril y mayo)
Con el ascenso de las temperaturas que ocurre en primavera, los glaciares empiezan a fundirse. Muchas de las cuevas de hielo se vuelven inestables y no es seguro acceder a ellas. Por otro lado, en esta época se puede ver cómo los glaciares se van derritiendo y presenciar las primeras etapas del proceso de formación de las cuevas.
Verano (junio a agosto)
Es temporada alta en Islandia, pero no es el mejor momento para visitar las cuevas de hielo, ya que la mayoría de las cuevas naturales están cerradas. Sin embargo, hay visitas a la cueva de hielo Katla, que no se ve tan afectada por los cambios estacionales. También está abierto el túnel artificial de Langjökull. Así, si vienes en verano, aún tienes ocasión de visitar alguna de estas estructuras heladas.
Otoño (septiembre y octubre)
El otoño marca el inicio de la temporada de las cuevas de hielo con el descenso de las temperaturas que se produce. Los guías empiezan a explorar las cuevas y, hacia finales de octubre, algunas de ellas ya son seguras. Esta estación de transición suele tener menos turistas y se pueden ver cuevas de reciente formación.
Consejos para visitar las cuevas de hielo
Visitar una cueva de hielo es una experiencia inolvidable, pero es necesario prepararse bien. Estas son algunas cosas que deberías saber.
- Reserva con antelación. Las visitas a cuevas de hielo son muy populares, sobre todo en invierno. Muchas se llenan rápidamente, así que es mejor asegurarse un hueco reservando con antelación.
- Viste con ropa cálida. Como podrás imaginar, hace bastante frío dentro de una cueva de hielo. Vístete con capas para ajustarte a las diferentes temperaturas que experimentarás a lo largo del día. Usa una capa interior térmica, chaqueta aislante, pantalones impermeables y guantes. También un gorro que te cubra las orejas.
- Usa el calzado adecuado. Es esencial llevar una botas resistentes e impermeables de senderismo. Los tours suelen proporcionar crampones para ayudarte a caminar por el hielo, pero vas a necesitar botas con buen agarre en el tobillo para los ratos en que no camines por el hielo.
- Cámara de fotos. Las cuevas de hielo son un paraíso para fotógrafos. Si es posible, usa una cámara con buen rendimiento en condiciones de poca luminosidad. Un trípode también puede venir muy bien.
- Ten flexibilidad. Las condiciones climatológicas cambian muy rápidamente en Islandia y son impredecibles. Puede que se cancelen visitas o que cambien de día y hora por razones de seguridad, así que es esencial tener flexibilidad en el itinerario.
- Hazle caso a tu guía. La seguridad es extremadamente importante dentro de una cueva de hielo. Sigue las instrucciones del guía y nunca te alejes del grupo.
Conclusión
Visitar las cuevas de hielo de Islandia es una experiencia magnífica. Son un recordatorio alucinante de la belleza y fuerza de la naturaleza. Las hay de muchos tamaños y formas y cambian cada año para crear nuevas formaciones igualmente sorprendentes. La mayoría solo se pueden visitar en invierno, pero hay algunas que permanecen abiertas todo el año. Y, como es de esperar, cada una es una experiencia diferente.
Solo hace falta planificar un poco, vestirse adecuadamente y elegir una visita guiada. Las texturas y colores que vas a ver dentro de estas maravillas congeladas se encargarán del resto.