Los Fiordos Occidentales

Cierra los ojos e imagina un lugar en el que el tiempo parece no avanzar. Un sitio donde los acantilados se elevan frente al mar, donde las praderas verdes relucen llenas de flores y donde un zorro ártico juega sobre la hierba. Bienvenido a la reserva natural de Hornstrandir, uno de los rincones más remotos e inalterados de toda Islandia. Visitar este lugar tan aislado es como adentrarse en un documental de naturaleza, con paisajes cambiantes, fiordos asombrosos y un silencio casi místico que hace que te olvides de que el resto del mundo existe. Pensarás que estamos exagerando, pero nada más lejos de la realidad. Porque Hornstrandir no es el típico lugar para irse de vacaciones. No hay hoteles bonitos, ni tiendas de regalos y, desde luego, apenas hay gente. De hecho, no hay casi nada que haya sido hecho por el ser humano. Es virgen, remoto y completamente alucinante. Un sitio para aventureros, soñadores y cualquiera que quiera salirse de lo ordinario. Así que, si estás listo para cambiar las comodidades modernas por lo salvaje y los atascos por senderos incomparables, ven con nosotros a descubrir por qué la reserva natural de Hornstrandir es, quizás, el sitio más singular que has visitado nunca.