La punta suroccidental de Islandia: la península de Reykjanes
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Cuando la gente piensa en Islandia, suele imaginarse paisajes espectaculares que no se pueden encontrar en ningún otro lugar del mundo. Y hay un rincón del país que alberga buena parte de los rasgos geológicos que han hecho a Islandia famosa en el planeta entero: la península de Reykjanes. Muchos de los turistas que vienen a Islandia suelen pasar por alto esta lengua de tierra volcánica situada en el suroeste del país. Suelen atravesarla mientras se dirigen a otros sitios como Reikiavik o el Círculo Dorado, pero no se paran. Sin embargo, esta región alberga parte de lo mejor que hay que ver y hacer en toda la isla.
La península tiene alguno de los monumentos más icónicos de Islandia, como la famosa Laguna Azul, otras áreas geotérmicas activas o el volcán Fagradalsfjall, cuya última erupción sucedió hace bien poco. Reykjanes combina una impresionante belleza natural con el patrimonio cultural de Islandia, que se manifiesta en sus pueblos de pescadores, faros y museos.
Para aquellos en busca de aventuras, los senderos y campos de lava ofrecen muchas oportunidades para explorar. Y no existe mejor manera de finalizar un día de acción que relajarse en uno de los muchos baños termales que hay.
Esta guía te mostrará todo lo que necesitas saber para aprovechar al máximo tu visita a este fantástico rincón de Islandia
Información clave
- La península de Reykjanes, también llamada península sur (Suðurnes en islandés) es una de las ocho regiones que componen Islandia.
- El aeropuerto más importante de Islandia, Keflavík, está en esta región.
- La Laguna Azul, que es quizás el balneario termal más famoso de Islandia, está en la península de Reykjanes.and.
¿Por qué merece la pena visitar la península de Reykjanes?
La península de Reykjanes es una mezcla única de paisajes espectaculares, actividad termal y lugares de interés cultural que la convierten en una de las regiones más fascinantes de Islandia. Es un lugar de vastos campos de lava que se extienden hasta donde alcanza la vista, salpicados de arroyos termales y piscinas de lodo. La península está rodeada del océano Atlántico Norte y tiene una fuerte conexión con el mar.
Sin embargo, el rasgo más reconocible de la península de Reykjanes es su origen volcánico, que aún se puede sentir. Hay varias zonas termales activas y formaciones de lava que han estado en movimiento durante siglos. De hecho, la palabra “Reykjanes” se puede traducir como “península humeante”, un nombre que encapsula a la perfección la naturaleza termal de la zona. Ese “humo” hace referencia al vapor que se eleva de las incontables fumarolas y arroyos de agua caliente que hay por toda la región.
Uno de los puntos a favor de Reykjanes es su accesibilidad. El aeropuerto internacional de Keflavík, el más importante de Islandia, está en la península, por lo que esta región es lo primero que muchos viajeros ven. También está muy cerca de la capital del país, Reikiavik. Pero más que como un área de paso, plantéate conocerla a fondo.
Qué ver en la península de Reykjanes
Como ya hemos mencionado, hay muchas cosas que ver en la península de Reykjanes. Aquí te dejamos parte de lo mejor.
La Laguna Azul
Ninguna visita a Reykjanes sería completa sin pasar por la Laguna Azul. Este balneario termal de fama mundial está en medio de un campo de lava negro. Es conocido por sus aguas de color celeste, ricas en silicio y otros minerales de los que se dice que tienen propiedades curativas. Aquí es posible darse un baño relajante y beneficioso rodeado de un paisaje volcánico surrealista. El balneario también ofrece masajes, saunas e incluso se puede comer en su Lava Restaurant. Es una experiencia que debería estar en tu lista de Islandia.
Área geotérmica de Gunnuhver
Gunnuhver es uno de los lugares donde mejor se puede observar la actividad geotérmica. La zona está llena de arroyos de agua caliente, piscinas de lodo burbujeante y fumarolas de vapor que crean una atmósfera única. La piscina de lodo más grande de Islandia se encuentra aquí, con más de 20 metros de diámetro. Hay varios caminos de tablas que permiten a los visitantes ver de cerca la actividad geotérmica de manera segura.
Las leyendas de la región cuentan la historia de Gunna, una mujer que murió en la zona hace varios siglos y cuyo fantasma quedó atrapado entre los arroyos, dándole a este lugar su nombre
Faro de Reykjanesviti
Situado en lo alto de una colina que domina la costa, Reykjanesviti es el faro más antiguo de Islandia. Se construyó en 1907 como punto de referencia para los navíos que navegan por las complicadas aguas del Atlántico Norte. Se encuentra en la punta más suroccidental del país, bastante cerca de Gunnuhver. El área que rodea el faro ofrece estupendas vistas de las olas chocando contra los acantilados y del paisaje volcánico que hay alrededor. Cerca está Valahnúkamöl, donde las olas crean un marco incomparable al estrellarse contra las rocas.
Puente entre continentes
La península de Reykjanes se asienta sobre la frontera entre las placas tectónicas norteamericana y eurasiática. Esto quiere decir que la península, e Islandia en general, está técnicamente sobre dos continentes. El puente entre continentes es una pasarela simbólica que cruza sobre la fisura que se ha formado por la acción de estas placas, que cada vez se van separando más. Cruzar el puente es una sensación curiosa, ya que puedes tener un pie en cada continente. Hay paneles informativos que explican la importancia geológica de este lugar, lo que le añade un punto educativo a la visita.
Volcán Fagradalsfjall
Fagradalsfjall alcanzó fama mundial durante la erupción que ocurrió en 2021, que atrajo a miles de curiosos que querían ver la lava de cerca. Hoy, esos campos de lava, ya fríos, son un destino popular para practicar senderismo. Hay varios senderos que llevan a plataformas de observación desde donde se pueden contemplar los efectos de la erupción. Sirve como recordatorio de las enormes fuerzas que dan forma a nuestro planeta.
Piscina de roca volcánica de Brímketill
Brímketill es una piscina natural de roca volcánica en la costa de la península de Reykjanes. Ha sido esculpida durante siglos por las incesantes olas del océano. Brímketill se traduce como “caldero blanco”, un nombre muy adecuado para esta sorprendente formación. La piscina es preciosa y puede que apetezca bañarse en ella, pero no es aconsejable debido al peligro que suponen las olas del Atlántico, de enorme fuerza, chocando contra las rocas. En su lugar, se puede disfrutar de la vista de manera segura desde la plataforma de observación que hay.
En días de tormenta, la imagen de las olas chocando contra Brímketill es aún más espectacular, por lo que es parada obligada para amantes de la naturaleza y fotógrafos.
Lago Kleifarvatn
Este lago es una de las joyas escondidas de Islandia. Está rodeado de colinas de origen volcánico que crean un entorno único. Lo que hace especial a este lago es el nivel fluctuante del agua. Kleifarvatn también tiene su propia leyenda, ya que los habitantes de la zona cuentan que hay un monstruo que vive dentro del agua. Es un lugar muy tranquilo donde hacer picnic o darse un paseo. Las vistas del área alrededor son alucinantes.
Ciudades en la península de Reykjanes
La península de Reykjanes tiene varias ciudades que son una mezcla de lugares modernos, experiencias culturales y encanto puramente islandés. Las dos más significativas son Keflavik y Grindavík.
Keflavík
Esta ciudad es, a menudo, lo primero que ven los turistas que llegan a Islandia, ya que se encuentra junto al aeropuerto con el mismo nombre. La mayoría de los viajeros no emplean tiempo en conocer la ciudad, ya que suelen ir directamente a otras partes del país, pero tiene cosas que merece mucho la pena conocer. El puerto es un lugar muy agradable para pasear, viendo el ir y venir de los barcos de pesca. La ciudad es también una buena base desde donde explorar la península, ya que tiene hoteles, restaurantes y tiendas.
Grindavík
Grindavík es una pequeña ciudad pesquera en la costa sur de Reykjanes, muy cerca de la Laguna Azul. El paisaje volcánico que la rodea crea un marco incomparable. Desde la ciudad salen varias rutas de senderismo, excursiones a zonas termales y visitas a atracciones cercanas como Brímketill y Gunnuhver.
Qué hacer en la península de Reykjanes
Reykjanes es un sitio estupendo para aquellos que buscan interactuar de manera proactiva con la naturaleza única de Islandia en lugar de ser simples espectadores. Aquí tienes algunas de las mejores cosas que hay que hacer en la zona
Darse un baño en aguas termales
La península de Reykjanes es un paraíso para aquellos visitantes que vienen a Islandia en busca de sitios termales. Darse un baño en aguas calientes naturales es una de las maneras más relajantes de conectar con el paisaje único de Islandia. La Laguna Azul, como hemos explicado antes, es un lujoso balneario termal en medio de un campo de lava.
Si buscas una opción con menos gente, las piscinas termales Reykjanes son más pequeñas y menos sofisticadas, pero proporcionan un entorno tranquilo y agradable donde darse un baño sin estar rodeado de demasiada gente. Ten en mente que muchas de las piscinas naturales de la región no tienen instalaciones.
Darse un baño en aguas termales no es tan solo una actividad de ocio, sino también una experiencia cultural. Los islandeses han empleado los balnearios naturales como lugares donde socializar, por lo que es una oportunidad estupenda para conectar con la tradición local.
Caminar por senderos volcánicos
Hacer senderismo en la península de Reykjanes es un viaje a un lugar que ha sido esculpido por las increíbles fuerzas del planeta. La región está repleta de senderos que llevan a cráteres volcánicos, costas escarpadas y campos geotérmicos de vapor. Tanto si eres un senderista experimentado como alguien que quiere disfrutar de un simple paseo, aquí hay opciones para todos los gustos.
Uno de los caminos más famosos es la subida a la cima del monte Keilir, un volcán de forma cónica. Se formó durante una erupción subglacial y su silueta simétrica es muy representativa. El sendero es de dificultad moderada, con partes llenas de rocas y subidas empinadas, pero recompensa con vistas panorámicas de los campos de lava, las montañas y la costa. En días claros se puede ver hasta Reikiavik.
Además del volcán Fagradalsfjall, que ya hemos mencionado, si buscas un camino más corto, los senderos alrededor del área geotérmica de Krýsuvík están rodeados de paisajes coloridos y calderas de lodo burbujeante. Estos senderos son de fácil acceso y proporcionan una vista muy cercana de la actividad geotérmica. No te salgas de las zonas delimitadas, ya que el suelo puede ser inestable cerca de las fumarolas.
Explora las cuevas de lava
Adentrarse en una cueva de lava es un modo emocionante de sumergirse en la historia volcánica de Islandia. La península de Reykjanes alberga varios tubos de lava que se formaron durante antiguas erupciones en las que las rocas fundidas iban fluyendo bajo la superficie dejando tras de sí túneles huecos.
Una de las más famosas y de más fácil acceso es Leiðarendi, cerca de la ciudad de Hafnarfjörður. El nombre se traduce como “el final del camino”, pero no es sino el comienzo de un viaje inolvidable. Este tubo de lava de 900 metros de longitud tiene unas curiosas formaciones rocosas, estalactitas y depósitos minerales de infinidad de colores.
Se recomienda entrar en las cuevas en una visita guiada por razones de seguridad y para aprender acerca de la formación de estos lugares. En invierno, es posible que parte de las cuevas estén cubiertas de hielo, lo que le añade una faceta distinta a la ya de por sí espectacular experiencia. Usa calzado resistente, ropas cálidas y un casco con linterna, ya que el terreno irregular y los techos bajos de las cuevas hacen que sea necesario ir con cuidado.
Avistamiento de aves
Los escarpados acantilados y zonas costeras de la península de Reykjanes son un deleite para los amantes de las aves. Muchas especies habitan en la región, como el frailecillo, el arao común, la gaviota y varias otras, lo que lo convierte en un destino ornitológico de primer nivel.
Uno de los mejores sitios para observar aves son los acantilados de Krísuvíkurberg, una parte de la costa donde anidan miles de aves marinas. La primavera y principios de verano son las mejores épocas para el avistamiento de aves, ya que muchas especies vuelven a la península para criar. Los acantilados verticales proporcionan refugio seguro para anidar y hay momentos en los que el volumen de aves es abrumador. Trae prismáticos y cámara de fotos para seguir la acción.
Además de los acantilados, los humedales y campos de lava que hay cerca de la costa también son el hábitat de varias especies. La zona alrededor de Garður, con sus faros históricos, dan la oportunidad de ver aves migratorias que emplean Islandia como parada estacional. Muévete con cuidado en las zonas de anidamiento, ya que son ecosistemas muy frágiles.
Museo Islandés del Rock 'n' Roll
Los amantes de la música se pueden acercar a esta joya escondida, el Museo Islandés del Rock’n’Roll (Icelandic Museum of Rock’n’Roll), en Keflavík. Este museo contemporáneo hace un recorrido por la historia de la música islandesa, desde la tradición folk al éxito internacional de bandas como Sigur Rós y artistas como Björk. Hay exposiciones interactivas que permiten escuchar música, crear tus propias canciones en una cabina de sonido y aprender acerca de la evolución de la escena musical islandesa.
El museo es una visita amena para familias, amantes de la música y cualquiera que esté interesado en la identidad cultural de Islandia. Es una oportunidad de ver como este pequeño país ha tenido un impacto tan grande en la esfera musical a nivel mundial.
Viking World Museum
Otra estupenda parada cultural en tu viaje por Islandia. En este museo, que se encuentra cerca de Keflavík, se puede aprender acerca de la herencia vikinga del país. El principal atractivo del museo es Íslendingur, una réplica a tamaño real de un barco vikingo que ha sido construido de manera tradicional. Se puede subir al barco e imaginar cómo era la vida para los temerarios exploradores que navegaron por el Atlántico Norte hace cientos de años. El museo también tiene exposiciones sobre mitología, cómo era la vida diaria en el pasado y el impacto de la cultura vikinga en el planeta.
El clima en la península de Reykjanes
El tiempo en la península de Reykjanes, como en toda Islandia, es impredecible y puede cambiar de un momento a otro. La región está rodeada por el mar, por lo que no es tan fría como las zonas del centro del país, pero sí está más expuesta al viento y la lluvia.
Primavera (abril y mayo)
La primavera en Reykjanes marca el paso del extenso y frío invierno a días más largos y con luz. La temperatura oscila entre 4°C y 10°C- Aunque el clima puede ser impredecible, el paisaje se llena de flores silvestres y musgos. Es una época fantástica para hacer senderismo, aunque es necesario llevar ropa impermeable porque es habitual que caigan chubascos.
Verano (junio a agosto)
Esta estación trae un clima más suave, con temperaturas entre 10°C y 15°C. Los días se alargan, con casi 24 horas de luz natural hacia finales de junio. Por ello, es la mejor estación para realizar actividades como senderismo o explorar los cráteres volcánicos. Los campos de lava se cubren de musgo de un verde intenso, lo que añade un punto de color al paisaje. Sin embargo, incluso en verano puede haber lluvia ocasional. También es temporada alta, por lo que suele haber más gente en todos sitios.
Otoño (septiembre y octubre)
Al igual que sucede con la primavera, el otoño es una estación de transición. Las temperaturas bajan, normalmente moviéndose entre 2°C y 10°C y los días se van acortando cada semana. Por otro lado, el otoño transforma Reykjanes en una hermosa paleta de colores, con tonos naranjas y rojos en plantas y musgos. Es una estación tranquila, con menos aglomeraciones y las primeras opciones de ver la aurora boreal bailando en el firmamento.
Invierno (noviembre a marzo)
Los inviernos son largos y fríos en Reykjanes con temperaturas entre -2°C y 4°C. La nieve cubre el paisaje, creando una atmósfera mágica, sobre todo cerca de las áreas geotérmicas. Aunque los días son cortos, las largas noches son perfectas para ver la aurora boreal. Hay que tener cuidado al conducir, ya que las carreteras pueden tener partes congeladas.
Temperatura en Reykjanes por estación
Estación | Temperature in ºF | Temperature in ºC |
Primavera (abril y mayo) | 39°F - 50°F | 4°C - 10°C |
Verano (junio a agosto) | 50°F - 59°F | 10°C - 15°C |
Otoño (septiembre y octubre) | 36°F - 50°F | 2°C - 10°C |
Invierno (noviembre a marzo) | 28°F - 39°F | -2°C - 4°C |
Consejos de viaje
- Viste con capas. El clima islandés es impredecible, por lo que las capas pueden venir muy bien para ajustarse a las temperaturas cambiantes.
- Tejido impermeable. Es normal que llueva y haga viento, así que es muy recomendable, casi obligatorio, traer una chaqueta, pantalones y calzado impermeables.
- Trae cámara de fotos. Los paisajes de esta región son bien fotogénicos todo el año. Trae una cámara de fotos o un teléfono con bastante almacenamiento.
- Snacks y agua. Aunque hay restaurantes en las ciudades, muchas de las atracciones están algo alejadas, por lo que es buena idea llevar comida y agua para excursiones largas.
- Alquila un coche. La mejor manera de explorar la península, e Islandia en general, es en coche. Si vas a venir en invierno, mejor si es 4x4.
- Llena el depósito. Hay pocas estaciones de servicio en algunas zonas, sobre todo fuera de las ciudades. Llena el depósito siempre que sea posible.
- Alojamiento en la zona. Aunque Reikiavik está cerca, quedarse en la península permite explorar a mejor ritmo y hay más opciones de ver la aurora boreal en invierno. Hay casas de huéspedes, hoteles y cabañas cerca de Keflavík o en Grindavík.
- Comprueba el tiempo y el estado de las carreteras. Como el tiempo cambia tanto, es buena idea mirar el pronóstico antes de empezar el día. Puede afectar a las carreteras, por lo que comprueba su estado para evitar sorpresas.
- Respeta la naturaleza. Los ecosistemas de Islandia pueden ser frágiles. No te salgas de los caminos marcados y evita molestar a la vida salvaje.
- Ten cuidado en las zonas termales. Son increíbles, pero también pueden ser peligrosas. Sigue las indicaciones y no te adentres solo si no conoces la zona.
Conclusión
La península de Reykjanes es una tierra de contrastes y maravillas, con varias de las cosas que hacen que Islandia sea un país extraordinario. Desde los campos humeantes a los lagos tranquilos, pasando por los senderos por tierras volcánicas o el lujo de la Laguna Azul, esta región es tan diversa como cautivadora. Ya sea tu primera vez en Islandia o estés repitiendo experiencia, Reykjanes te va a proporcionar recuerdos imborrables.
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