Qué hacer en Islandia: Las 30 que no te puedes perder
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Islandia es un país lleno de paisajes únicos y experiencias inolvidables, desde glaciares y cascadas hasta playas de arena negra y aguas termales. Ya sea que busques aventuras al aire libre, descubrir su rica cultura o simplemente relajarte rodeado de naturaleza, este destino tiene algo para ti.
En este artículo te contamos las 30 mejores cosas que puedes hacer en Islandia para que tu viaje a Islandia sea inolvidable.
1. Explorar la Laguna Azul (Blue Lagoon)
La Laguna Azul es uno de los lugares más famosos de Islandia, conocido por sus aguas calientes de color azul claro. Aquí puedes relajarte rodeado de campos de lava mientras disfrutas de una experiencia única. Además, cuenta con saunas, mascarillas para cuidar la piel y un bar en el agua donde puedes tomar algo mientras descansas.
Si quieres disfrutar al máximo, es mejor visitarla temprano o al final del día para evitar las horas con más gente. En invierno, la combinación de agua caliente y aire frío la hace aún más especial, y si el cielo está despejado, puede que hasta veas una aurora boreal. Es una parada perfecta para desconectar y recargar energía.
2. Hacer el recorrido del Círculo Dorado
El Círculo Dorado es una de las rutas más visitadas en Islandia porque reúne algunos de los sitios más importantes del país. Empieza en el Parque Nacional Þingvellir, donde puedes caminar entre dos placas tectónicas y conocer la historia del primer parlamento islandés. Luego, visita la cascada Gullfoss, que es enorme y espectacular, y termina en el géiser Strokkur, que lanza agua caliente al aire cada pocos minutos.
Esta ruta es ideal para cualquier época del año. En verano, los días más largos permiten aprovechar más el camino, mientras que en invierno los paisajes nevados tienen un encanto especial. Lleva ropa cómoda y abrigada, ya que el clima puede cambiar rápido, y no olvides tu cámara para capturar todo.
3. Visitar la Laguna Glaciar Jökulsárlón
La Laguna Glaciar Jökulsárlón, en el sureste de Islandia, es un lugar único. Sus grandes bloques de hielo flotan en el agua creando un paisaje espectacular. Puedes hacer un paseo en barco para verlos de cerca y observar a las focas descansando sobre ellos. Cerca de la laguna está la Diamond Beach, donde los trozos de hielo que llegan desde la laguna brillan sobre la arena negra, creando una vista inolvidable.
La mejor época para visitarla es en verano, cuando hace un poco más de calor y las condiciones para navegar son buenas. En invierno, el paisaje es diferente, más dramático y tranquilo, con menos gente. Lleva ropa abrigada y preparada para el viento, ya que el clima puede ser frío incluso en los días más soleados.
4. Admirar las cascadas de Islandia
Skógafoss es una de las cascadas más famosas de Islandia. Su caída de agua es impresionante, y en días soleados suele aparecer un arcoíris que la hace aún más bonita. También puedes subir las escaleras junto a la cascada para disfrutar de unas vistas geniales. Seljalandsfoss, por su parte, es conocida porque puedes caminar detrás de la cortina de agua, lo que la hace muy especial. Ambas cascadas están súper cerca de la carretera, por lo que no hay excusa para no visitarlas.
Glymur es la segunda cascada más alta de Islandia (198 metros), y una buena opción para los amantes del senderismo, ya que para llegar a la cascada hay que hacer una ruta que pasa por paisajes preciosos. Háifoss, aunque más escondida, tiene un cañón alrededor que la convierte en una de las cascadas más bonitas del país. La mejor época para visitarlas es en verano, pero en invierno también tienen su encanto, aunque con precaución por el hielo.
5. Explorar el glaciar Vatnajökull
Vatnajökull, parte del Parque Nacional de Vatnajökull, es el glaciar más grande de Europa y un lugar lleno de cosas por descubrir. En verano, puedes caminar sobre el hielo con guías especializados, admirando las grietas y las formaciones únicas. En invierno, explorar las cuevas de hielo son la mejor actividad para hacer, con paredes de un azul brillante que parecen de otro mundo.
Si visitas en invierno, lo mejor es ir entre noviembre y marzo, cuando las cuevas son más seguras. Para hacer senderismo sobre el glaciar, los meses de verano son ideales porque el clima es más suave. Siempre es importante ir con un guía, ya que caminar sobre el hielo puede ser peligroso sin el equipo y la experiencia adecuados.
6. Descubrir los Fiordos Occidentales y Dynjandi
Los Fiordos Occidentales son una de las regiones más remotas y especiales de Islandia, ideales para quienes buscan tranquilidad y paisajes únicos. Aquí puedes explorar maravillas naturales como Dynjandi, una impresionante cascada en forma de abanico que desciende en varias capas desde lo alto de un acantilado. Pero no es lo único que destaca en la zona: también puedes visitar Rauðasandur, una playa de arena rojiza que parece de otro mundo, y Látrabjarg, el acantilado más occidental de Europa, famoso por su gran colonia de frailecillos durante el verano.
Además de sus paisajes, los pequeños pueblos pesqueros como Ísafjörður ofrecen un ambiente acogedor, con cafés, museos y una conexión especial con la vida local. La mejor época para visitar los Fiordos Occidentales es el verano, cuando las carreteras están abiertas y el clima es más favorable para recorrer la región. Con rutas de senderismo, playas escondidas y la posibilidad de ver focas descansando en las orillas, este rincón de Islandia es perfecto para quienes quieren alejarse del bullicio y disfrutar de la naturaleza en estado puro.
7. Ver auroras boreales
Las auroras boreales son uno de los espectáculos más bonitos que puedes disfrutar en Islandia. Entre septiembre y abril, cuando las noches son largas y oscuras, las posibilidades de verlas aumentan. Para tener la mejor experiencia, es importante alejarse de las luces de la ciudad y buscar cielos despejados. Lugares como Thingvellir, la península de Reykjanes y el área de Vík son sitios idóneas para verlas por sus cielos oscuros. También puedes probar en el valle de Hvalfjörður o en el área de Jökulsárlón, donde el reflejo de las auroras sobre el agua añade un toque especial.
Aunque ver las auroras no está garantizado, tener paciencia y prepararte bien puede marcar la diferencia. Lleva ropa muy abrigada, guantes y gorro, una cámara con trípode para capturar las luces y algo caliente para beber mientras esperas. La emoción de ver las auroras iluminando el cielo hace que la espera merezca la pena. Es una experiencia que difícilmente olvidarás.
8. Relajarte en aguas termales más escondidas
Islandia tiene aguas termales por todas partes, pero algunas son realmente especiales, y sobre todo, mucho más tranquilas que el Blue Lagoon. La Secret Lagoon, cerca del Círculo Dorado, es la más antigua del país y tiene un ambiente sencillo y auténtico. Por otro lado, la Sky Lagoon, cerca de Reykjavík, ofrece una experiencia más moderna, con vistas al océano y un ritual de baño que incluye sauna y exfoliación.
Hvammsvík, en el Whale Fjord del oeste de Islandia, combina bañeras naturales con vistas increíbles. Si quieres una opción un poco más animada, pero igual de espectacular, Forest Lagoon en el norte es la mejor opción. Cada lugar tiene su encanto, y lo mejor es que puedes visitarlos todo el año. En invierno, el contraste entre el agua caliente y el frío exterior es algo que merece la pena probar.
9. Recorrer la Península de Snæfellsnes
La Península de Snæfellsnes es conocida como "Islandia en miniatura" por la variedad de paisajes que tiene. Puedes explorar el glaciar Snæfellsjökull, que aparece en la novela Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne, o visitar Kirkjufell, una de las montañas más fotografiadas de Islandia por su forma tan peculiar. También puedes pasear por la playa negra de Djúpalónssandur, donde encontrarás formaciones de roca interesantes y restos de un viejo naufragio.
Además, Arnarstapi es un pequeño pueblo lleno de encanto con un sendero costero que lo conecta con Hellnar, y pasa por arcos de roca y acantilados donde anidan muchas aves. Cerca de allí están Lóndrangar, dos grandes pilares de roca volcánica que sobresalen junto al mar y parecen torres naturales. La mejor manera de explorar la península es en coche, y el verano es la época ideal, ya que el clima es más suave y las carreteras están en buen estado. Si vas en invierno, el paisaje nevado es igual de bonito, y con suerte podrías ver auroras boreales iluminando el cielo.
10. Sumergirte en el lago Mývatn
El lago Mývatn, en el norte de Islandia, es conocido por su paisaje volcánico y su vida salvaje, especialmente por las aves que se reúnen aquí en verano. Además, puedes visitar las formaciones de lava de Dimmuborgir, los pseudocráteres de Skútustaðir, y relajarte en los baños naturales del lago, que son menos concurridos que la Laguna Azul, pero igual de impresionantes.
La mejor época para visitar es en verano, cuando el clima es más agradable y la naturaleza está en su máximo esplendor. En invierno, el lago tiene un ambiente más tranquilo y cubierto de nieve, y estar en los baños rodeados de nieve es un plan perfecto para quienes buscan algo diferente.
11. Explorar Reykjavík
Reykjavík, la capital de Islandia, tiene mucho que ofrecer a pesar de ser pequeña. Puedes pasear por Laugavegur, la calle principal, llena de tiendas, cafeterías y restaurantes. También puedes subir a la torre de Hallgrímskirkja, la iglesia más alta del país, para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad y sus alrededores.
La ciudad es animada todo el año. En verano, los días largos permiten explorar más, mientras que en invierno, los cafés acogedores y la búsqueda de auroras en las afueras crean un ambiente especial. No olvides probar la gastronomía local, como el pescado fresco o los bollos de canela que son todo un clásico.
12. Navegar para ver ballenas en Húsavík
Húsavík, en el norte de Islandia, es el mejor lugar para ver ballenas. Desde su puerto salen excursiones en barco que te permiten acercarte a rorcuales, ballenas jorobadas y, con algo de suerte, orcas. Las empresas locales suelen proporcionar trajes térmicos para que puedas disfrutar del recorrido sin preocuparte por el frío.
La mejor época para hacerlo es entre junio y agosto, cuando las ballenas están más activas. Además, Húsavík tiene un Museo de las Ballenas donde puedes aprender más sobre estas criaturas. Después del tour, relájate en un café junto al puerto y disfruta de una sopa de mariscos, perfecta para cerrar el día.
13. Hacer un tour por el volcán Katla y su cueva de hielo
El volcán Katla, situado bajo el glaciar Mýrdalsjökull, es uno de los más activos de Islandia. En invierno, las cuevas de hielo que se forman bajo el glaciar son un espectáculo increíble, con paredes azules y formaciones únicas. Explorar estas cuevas con un guía es una experiencia inolvidable y completamente segura si sigues las indicaciones.
La mejor época para visitar las cuevas es entre noviembre y marzo, cuando son más estables, aunque es una de las pocas cuevas de hielo en Islandia que se puede visitar durante todo el año. Los tours suelen incluir transporte en vehículos especiales y todo el equipo necesario. Este lugar combina perfectamente el hielo y el fuego, mostrando cómo la naturaleza puede crear paisajes que parecen de otro mundo.
14. Visitar Landmannalaugar
Landmannalaugar es famoso por sus montañas de colores vivos, que van del amarillo al rojo y al verde. Es un lugar perfecto para hacer senderismo, con rutas impresionantes como Laugavegur que te llevan a través de paisajes volcánicos, fuentes termales y campos de lava. Después de caminar, puedes relajarte en un manantial natural al aire libre rodeado de naturaleza.
El acceso a Landmannalaugar es más fácil en verano, entre junio y septiembre, cuando las carreteras de montaña están abiertas. En esta época, el clima es más agradable y los días son más largos, lo que permite explorar con calma. Algunos operadores ofrecen tours con Super Jeeps en invierno, por lo que también se puede visitar en esa época, aunque es menos recomendable. Si visitas, lleva ropa cómoda y calzado adecuado para caminar por terrenos irregulares.
15. Explorar el cañón Fjaðrárgljúfur
Fjaðrárgljúfur es un cañón en el sudeste de Islandia que parece sacado de una postal, con paredes de roca cubiertas de vegetación y un río que lo recorre. Hay senderos marcados que te permiten caminar por la parte superior del cañón y disfrutar de unas vistas increíbles. Es un lugar perfecto para los amantes de la fotografía. El cañón tiene 2 kilómetros de largo y su profundidad llega hasta los 100 metros.
La mejor época para visitarlo es entre mayo y septiembre, cuando el acceso es más fácil y el verde de la vegetación está en su punto máximo. En invierno, aunque el paisaje se cubre de nieve, puede ser más complicado caminar por la zona. No olvides llevar calzado cómodo y respetar las señales para proteger este lugar tan especial.
16. Recorrer los Fiordos del Este
Los Fiordos del Este son una de las zonas más tranquilas y bonitas de Islandia, con paisajes únicos y lugares que merece la pena explorar. Aquí encontrarás montañas, pequeños pueblos pesqueros como Seyðisfjörður y la posibilidad de ver renos en libertad, especialmente en invierno. También está la cascada Hengifoss, una de las más altas de Islandia, con franjas rojas en las rocas que la rodean. Sólo viendo la foto vas a alucinar, así que imagínate en persona.
Otro sitio que no puedes perderte es el cañón de Studlagil, famoso por sus columnas de basalto y aguas de color azul brillante. Si buscas relajarte, los baños geotérmicos Vök, flotando en el lago Urriðavatn, son ideales para descansar rodeado de naturaleza. Además, en la playa de Stokksnes, las montañas de Vestrahorn reflejadas en la arena negra crean una vista impresionante. Los Fiordos del Este tienen una mezcla perfecta de tranquilidad, paisajes bonitos y cultura local que no te decepcionará.
17. Hacer snorkel o buceo en Silfra
La fisura de Silfra, en el Parque Nacional Þingvellir, es uno de los mejores lugares del mundo para hacer snorkel o buceo en agua fría. Aquí puedes nadar entre las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia, en aguas tan claras que la visibilidad puede superar los 100 metros. La temperatura del agua, aunque fría, se mantiene constante durante todo el año.
Puedes realizar esta actividad en cualquier época, aunque el verano es más cómodo para estar al aire libre. Los tours incluyen trajes especiales y todo el equipo necesario, además de guías que te explican cada detalle. Es una experiencia única y accesible incluso si no tienes experiencia previa en buceo.
18. Visitar la cascada Dettifoss
Dettifoss, en el norte de Islandia, es conocida como la segunda cascada más potente de Europa después de la Rhine Falls de Suiza. Su gran caudal y el ruido del agua cayendo desde 44 metros de altura son impresionantes, y el paisaje que la rodea es igual de espectacular. Hay miradores a ambos lados de la cascada para que disfrutes de las vistas desde diferentes ángulos.
La mejor época para visitarla es en verano, cuando las carreteras están en buen estado y el acceso es más sencillo. Si vas en invierno, asegúrate de llevar ropa adecuada, ya que las condiciones pueden ser más complicadas. Ver la fuerza de Dettifoss en directo es algo que merece la pena.
19. Recorrer la playa de arena negra Reynisfjara
Reynisfjara es, sin duda, la playa más famosa de Islandia, conocida por su arena negra y las columnas de basalto que decoran la costa. Las olas del Atlántico Norte son fuertes y espectaculares, por lo que es importante mantener una distancia segura. Cerca de la playa están las formaciones rocosas de Reynisdrangar, que son otra atracción destacada del lugar. La playa está en el pueblo costero de Vik i Myrdal, el cual merece la pena visitar, y si justo te pilla allí, comer algo.
Puedes visitar Reynisfjara en cualquier época del año, pero en verano disfrutarás de días más largos para explorar la zona. En invierno, la playa cubierta de nieve tiene un encanto diferente. Es un lugar perfecto para pasear, sacar fotos y disfrutar del increíble paisaje que ofrece el sur de Islandia.
20. Darse un baño en los manantiales de Reykjadalur
Reykjadalur, cerca de Hveragerði, es un valle geotérmico donde puedes relajarte en un río de aguas termales al aire libre. Para llegar, hay que hacer una caminata de unos 45 minutos que atraviesa paisajes con montañas, fumarolas y pequeñas cascadas. Al final del camino, te espera el río caliente, donde puedes disfrutar de un baño rodeado de naturaleza.
La mejor época para visitar Reykjadalur es en verano, cuando el sendero es más fácil de recorrer. En invierno, aunque el camino puede estar más resbaladizo, la experiencia de bañarte con el paisaje nevado es inolvidable. Lleva bañador, toalla y calzado adecuado, y recuerda respetar el entorno natural.
21. Hacer un tour en moto de nieve por un glaciar
Recorrer un glaciar en moto de nieve es una de las actividades más emocionantes que puedes hacer en Islandia. Glaciares como Langjökull o Mýrdalsjökull son perfectos para disfrutar de esta experiencia. Los tours incluyen todo el equipo necesario, como ropa térmica y casco, además de guías expertos que te llevan por rutas seguras.
Puedes hacer este tipo de excursiones durante todo el año, pero en invierno la experiencia es aún mejor gracias a la nieve. No olvides llevar gafas de sol y crema solar, ya que el reflejo del sol en el hielo puede ser fuerte. Conducir sobre un glaciar mientras disfrutas de las vistas es algo que no puedes hacer en muchos sitios, lo que lo hace más especial aún.
22. Visitar el museo del volcán Eldheimar en Heimaey
El Museo Eldheimar, en las Islas Westman, cuenta la historia de la erupción volcánica de 1973 que cubrió parte de la isla con lava y ceniza. En el museo puedes ver restos de casas y aprender cómo los habitantes reconstruyeron su vida tras el desastre. Es un lugar lleno de historia que muestra la fuerza de la naturaleza y la resiliencia de la gente local.
La mejor época para visitar las Islas Westman es en verano, cuando hay más opciones de transporte y el clima es más agradable. Además del museo, puedes explorar el volcán Eldfell, ver frailecillos y disfrutar de los paisajes únicos de este pequeño archipiélago.
23. Descubrir Borgarfjörður Eystri
Borgarfjörður Eystri es un lugar tranquilo en el este de Islandia, ideal para los amantes del senderismo. Sus rutas te llevan por montañas de colores, valles verdes y acantilados donde puedes ver frailecillos en verano. Por la zona encontrarás el pequeño pueblo de Bakkagerði, conocido por sus leyendas sobre elfos y su ambiente acogedor.
Visitar este lugar es una experiencia perfecta entre junio y agosto, cuando el clima es más favorable para caminar y las aves están activas. Lleva calzado cómodo y una cámara para capturar los paisajes. Si buscas un sitio menos turístico y con mucho encanto, Borgarfjörður Eystri no te decepcionará.
24. Probar la gastronomía islandesa
La comida islandesa es sencilla pero deliciosa, y está basada en ingredientes frescos y locales. Puedes probar platos como la cabeza de cordero asado, la sopa de langosta y el skyr, un lácteo parecido al yogur. Si te sientes aventurero, prueba el hakarl, un tiburón fermentado que forma parte de las tradiciones culinarias del país.
En Reykjavík y en otras ciudades hay restaurantes que mezclan recetas tradicionales con toques modernos. Además, en verano puedes visitar mercados locales donde encontrarás productos frescos. La gastronomía es una forma genial de conocer Islandia a través de sus sabores.
25. Recorrer la Ruta 1 (Ring Road)
La Ruta 1, conocida como la Ring Road, es la carretera principal de Islandia y recorre toda la isla (1.332 kilómetros). Hacer este viaje en coche te permite ver de todo: cascadas, glaciares, fiordos, montañas y pequeños pueblos llenos de encanto. Si tienes 7-10 días, yi no te quieres complicar demasiado a la hora de crear un itinerario, recorrer el Ring Road completo es el road trip perfecto.
La mejor época para recorrerla es entre mayo y septiembre, cuando las carreteras están en buen estado y los días son más largos. Dedica al menos una semana para hacer el recorrido con calma y disfrutar de todo lo que ofrece. No olvides llevar provisiones y estar atento al clima, ya que puede cambiar rápido.
26. Caminar por los campos de lava en Reykjanes
La península de Reykjanes es una zona volcánica llena de paisajes únicos. Sus campos de lava cubiertos de musgo, las fumarolas de Gunnuhver, y las aguas termales hacen que parezca un lugar de otro planeta. Uno de los puntos más curiosos es el “puente entre dos continentes”, que marca la separación de las placas tectónicas euroasiática y norteamericana.
Reykjanes está cerca del aeropuerto de Keflavík, por lo que es ideal para una visita al principio o al final de tu viaje. Puedes explorarlo durante todo el año, aunque en verano los caminos son más accesibles. Lleva ropa cómoda y no olvides visitar alguna de las áreas geotérmicas de la zona para completar la experiencia.
27. Ir a un festival islandés
A pesar su pequeño tamaño, Islandia tiene festivales para todos los gustos, desde música hasta tradiciones locales. Uno de los más populares es Iceland Airwaves, que se celebra en Reykjavík en noviembre y ofrece conciertos en lugares únicos de la ciudad. Otro festival destacado es Þjóðhátíð, en las Islas Westman, donde se reúnen familias y amigos para celebrar con música, hogueras y fuegos artificiales.
La mejor época para disfrutar de estos eventos es en verano, que es cuando son más numerosos y cuando el clima permite actividades al aire libre,. Sin embargo, festivales en otoño como el Iceland Airwaves también merecen mucho la pena. Participar en un festival es una forma genial de conocer la cultura islandesa y la energía de su gente.
28. Ver los caballos islandeses
Los caballos islandeses son una raza única, pequeña pero fuerte, famosa por su resistencia y su marcha única llamada tölt. Puedes encontrarlos en libertad por los campos o en granjas donde puedes aprender más sobre ellos. Si te gusta montar a caballo, hay rutas que recorren paisajes como campos de lava, ríos y montañas.
Estas excursiones están disponibles todo el año, aunque en verano el paisaje es más verde y las temperaturas son más suaves. Incluso si no los montas, simplemente observar a estos caballos en su entorno natural es algo especial. Son un símbolo de la cultura islandesa y parte importante de su historia.
29. Hacer una excursión al glaciar Eyjafjallajökull
Eyjafjallajökull es conocido en todo el mundo por su erupción en 2010, pero también es un lugar increíble para explorar. Este glaciar-volcán combina hielo y roca volcánica, creando paisajes únicos. Puedes hacer excursiones en superjeep o caminatas guiadas para conocer más sobre su historia y disfrutar de vistas impresionantes.
La mejor época para visitarlo es en verano, cuando las carreteras son más fáciles de recorrer y el clima es más estable. No olvides llevar ropa adecuada para el frío, ya que las condiciones pueden ser impredecibles. Explorar Eyjafjallajökull es una mezcla perfecta de aventura y aprendizaje sobre la geología de Islandia.
30. Explorar la Cueva de Lava Raufarhólshellir
La cueva de lava Raufarhólshellir, cerca de Reykjavík, es un lugar fascinante donde puedes caminar por el interior de un túnel de lava. Este fue formado hace miles de años durante una erupción volcánica y ofrece colores y formas increíbles en sus paredes. En invierno, las estalactitas se cubren de hielo, dándole un toque más espectacular aún.
Los tours guiados incluyen casco y linterna para que explores la cueva con seguridad. Se puede visitar todo el año, pero cada estación ofrece una experiencia diferente. Si te interesa la geología o simplemente buscas algo fuera de lo común, esta cueva es una parada obligatoria.
Conclusión
Islandia es un lugar que combina naturaleza, historia y cultura de una forma única. Desde bañarte en aguas termales hasta explorar glaciares y observar auroras boreales, las posibilidades son casi infinitas. Esperamos que esta lista te inspire a planear tu aventura y a descubrir por qué esta isla sigue siendo uno de los destinos más especiales del mundo. ¿Listo para empezar a explorar?